¿Qué pasa cuando enviamos un teléfono al servicio técnico de Sony para que lo reparen? Hoy hemos podido acceder a cómo Sony pone a prueba la resistencia al agua de sus smartphones y comprueba si un problema se debe a un fallo de fabricación y por lo tanto lo cubre la garantía o si ha sido descuido del usuario.
Lo primero que tenemos que aclarar es que las pruebas del servicio técnico a las que hemos asistido son las encargadas de verificar que un smartphone es o no estanco y por lo tanto si sufre problemas con la resistencia al agua, no de otros fallos. Por lo tanto, lo primero que comprueban los técnicos son los chivatos que indican que el teléfono se ha mojado por debajo de las pestañas de protección, y si esto es así comienzan las pruebas.
Otro dato a considerar es que la garantía de Sony cubre los fallos en sus smartphones si el problema es de fabricación durante los dos primeros años en los que todavía está en garantía, no más allá. Si nuestro teléfono se estropea y el problema no ha sido nuestro, durante los dos primeros años la compañía se encargará de proporcionarnos uno nuevo.
Veamos al proceso que se lleva a cabo en el servicio técnico. Una vez se comprueba que los testigos indican que efectivamente el móvil se ha mojado por debajo de las pestañas de protección comienzan las pruebas.
Lo primero es conectar el sistema de aire que puede o insuflar o extraerlo desde el teléfono. Cada dispositivo de Sony es diferente, pero lo hemos probado en el Xperia Z3 y es la boquilla que podéis ver en la imagen superior.
A continuación se crea vacío dentro del teléfono para comprobar mediante software que no hay ninguna fuga. Es este programa el que nos indicará si todo está bien o si efectivamente no se crea vacío en su interior y por lo tanto hay un fallo de fabricación.
En caso de que se consiga crear vacío el problema no es de fabricación y se considerará que ha sido el usuario el culpable de que el smartphone no funcione correctamente. En caso de que no consigamos crear vacío se pasa al siguiente paso del proceso.
Ahora en lugar de extraer agua lo que haremos será insuflarla dentro del smartphone, de modo que esta salga por el orificio que no esté bien sellado. Para identificarlo se introduce el smartphone en un líquido llamado Novec 7300 de una densidad similar al agua pero que no daña la circuitería de teléfono. Al introducir aire en el dispositivo y tenerlo sumergido en líquido las burbujas nos indicarán dónde está el problema.
Una vez localizado el problema se certifica que el smartphone tenía un problema de fábrica y que está mal sellado, y por lo tanto se le da uno nuevo al usuario que lo ha mandado al servicio técnico.
Y así es como Sony prueba la resistencia al agua de sus smartphones.