Las patentes causan opiniones muy divididas: algunos indican que son necesarias para garantizar el progreso de campos como la tecnología a buen ritmo mientras protegemos a los autores de cada idea, mientras que otros afirman que lo único que hacen es detener el desarrollo de muchas ideas, y que sólo sirven para que una empresa se cubra las espaldas ante la competencia con castillos de aire. Sea como sea, Google tiene una cartera de patentes bastante interesante, que se ha hecho más interesante aún con adquisiciones como la de Motorola, pero que no es suficiente: acaban de anunciar a los cuatro vientos que buscan patentes, y que quieren comprar la tuya.
Habéis leído bien esto último: según el Public Policy Blog de Google, acaban de anunciar la creación de un programa para fomentar la compra de patentes, y el proceso para hacerlo es de lo más sencillo: del 8 de mayo al 22 de mayo, los propietarios de una patente pueden enviar a Google esa patente que están dispuestos a vender junto al precio que consideran correcto, y Google revisará todas las solicitudes que lleguen a través del servicio. Mountain View llamará a tu puerta el 26 de junio, indicando si quieren o no tu patente, y en caso de quererla empezarán las negociaciones, que terminarán con un ingreso en tu cuenta a finales de agosto si todo sale bien.
Un experimento de compra de patentes para evitar a los trolls
Antes de nada, toca aclarar que todo esto parece un experimento que están llevando a cabo los empleados de Google en ese 20% de tiempo de trabajo que tienen a libre elección, todo para comprobar si consiguen acabar de esta forma con los trolls de las patentes, que tanto tocan las narices en ocasiones. Esperan buenos resultados de esto, pero no dejan de recordarnos que se trata de un experimento para hacer que el sistema de patentes funcione algo mejor, cargando contra los trolls de las patentes que tanto abundan, y que nos aconseje nuestro abogado en caso de estar interesados.
Aunque todas estas buenas intenciones que anuncian en su blog no pueden evitar que nos hagamos una pregunta: ¿quiere Google hacerse con todas las patentes de los pequeños creadores para protegerse de la competencia, o arremeter contra ella en algún momento dado? Sólo nos queda confiar en el archiconocido Don’t be evil de la compañía, si es que sigue vigente.