El fundador de Tesla, Elon Musk, ha presentado hoy la nueva división energética de la compañía cuyo primer lanzamiento es Powerwall, una batería doméstica
Elon Musk, el hombre que se pasa mirando al espacio día sí y día también preguntándose la manera de conseguir que un cohete pueda atravesar la estratosfera para después posarse ligeramente en una plataforma en alta mar, ha devuelto hoy la vista a la Tierra. Concretamente al interior de miles de hogares en Estados Unidos, a los que ahora pretende dotar de energía. Y es que Tesla, la factoría conocida por la construcción de sus coches eléctricos, ha presentado esta madrugada (el evento comenzaba a las 05.00 de la mañana en España) sus nuevas baterías pensadas para el ámbito doméstico.
Powerwall llegará con diferentes acabados, tamaños y colores y recuerda mucho a una caldera, aunque con acabado más elegante. Aunque no hay ningún tamaño preestablecido, la media de estos dispositivos se situaría en 130 x 86 x 18 centímetros, así como su peso en unos cien kilogramos.
Su batería se comercializará en dos versiones: una de 3.000 dólares de uso diario, de una potencia de 7 kWh; y por otra parte, una de 3.700 dólares de 10 kWh.
«Lo que buscamos es transformar la infraestructura energética a nivel mundial para que sea totalmente sostenible y sin producir emisiones de carbono», ha afirmado Musk. Se puede utilizar en caso de corte de energía o en los mayores picos de demanda, lo que podría acabar suponiendo un importante ahorro en la factura al final de mes. Estas baterías de ion litio cuenta con paneles solares independientes de otros sistemas que pueden además almacenar energía solar durante el día para ser utilizada por la noche.
El aparato, que de momento se verá solo en EE UU, se podrá instalar en cualquier pared del domicilio, en espacios donde la temperatura no supere los 43 grados centígrados. El sistema, fácilmente escalable, permite unir aparatos para crear una mayor red de mayor potencia. Tesla también presentó ver una versión para empresas, de mayor precio, que podría alcanzar entre los 100 y los 150 kWh, aunque el flujo de energía constante no podría alcanzar los 10 kWh.
Ambiciosos planes de Tesla
Por la naturaleza de su negocio, hay veces que cuesta asociar a Tesla a una industria concreta. Se encuentra a caballo entre el gremio de lo automotriz y el gremio de la tecnología, dos sectores con fronteras cada vez más difusas después de la avalancha de proyectos que persiguen el coche conectado que se han visto a lo largo de este curso.
Sea como sea, lo que ha quedado patente en los últimos años es que Ellon Musk, el ‘tecnomillonario’ detrás de la compañía, quiere revolucionar el mundo del transporte con sus deportivos eléctricos, su ‘tren-bala’ Hyper-Loop o su empresa Space X. Sin embargo, en su camino, parece haberse topado con el interesante y complicado reto de la energía, una nueva línea de su negocio que se ha rubricado en su último evento, tras meses y meses de especulaciones y declaraciones cruzadas.
Ahora, con la experiencia acumulada en el trayecto de sus vehículos eléctricos y el trabajo en las baterías para éstos, quiere asaltar también el sector energético, donde ya esperan los grandes compañías eléctricas, que miran de reojo iniciativas de este tipo. Musk ya ha hecho toda declaración de intenciones al decir que Powerball podría suponer un cambio similar al del móvil y el teléfono fijo. Además, el empresario asegura que el invento ayudará a comunidades pobres porque elimina «la necesidad de las redes eléctricas».
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