Un equipo de la Universidad de Illinois ha desarrollado una microbatería que puede alimentar microchips de forma autónoma sin necesidad de una fuente de alimentación externa.
Se trata de unas baterías minúsculas de únicamente 10 micrómetros de grosor (un micrómetro equivale a una milésima de milímetro) y es capaz de crear una corriente de 0,5 mA, suficiente para hacer funcionar un LED. El equipo imprimió su invento combinando litografía holográfica 3D con photolitografía. Esta técnica les permite un mayor control de la estructura de los electrodos y que las baterías puedan ser fácilmente fabricadas para diversas aplicaciones.
Una microbatería que entra en un microchip
Según el profesor de ingeniería Paul Braun, esta microbatería que pueden alimentar microchips es ideal para pequeños dispositivos como sensores inalámbricos, transmisores o implantes médicos. También pueden ser adoptados por la Internet de las Cosas, ya que permitiría a múltiples aparatos comunicarse entre ellos sin necesidad de una fuente de alimentación externa, pudiendo incluirse, por ejemplo, en las llaves del coche.
A medida que las pantallas de nuestros smartphones crecen, los fabricantes han comenzado una carrera por hacer los terminales cada vez más y más delgados. En esta batalla, normalmente quien sale sacrificada es la batería del terminal, que aunque no es el único elemento importante para determinar la autonomía del teléfono, tiene un efecto importante. Un gran ejemplo ha sido el nuevo Samsung Galaxy S6 que tiene una batería de menor capacidad que su antecesor. Quizá este nuevo invento sea la llave para mejorar la autonomía de nuestros teléfonos, uno de los aspectos que más preocupan a los usuarios.
Vía | Omicrono
Más información | Universidad de Illinois