¿Cuándo fue la última vez que te aburriste? Esperas el autobús y miras Twitter. Te subes al autobús y lees las cosas que tenemos que contarte en El Androide Libre. Estás esperando a tus amigos y miras Facebook mientras acosas por Whatsapp a tu colega que llega tarde para que se de prisa. En le tren, Candy Crush… desde que tenemos los bolsillos armados con smartphones ya casi no nos aburrimos. ¡Genial! ¿no? Pues no, igual no.
Todas las emociones que sentimos tienen un sentido evolutivo y social. Todas, incluso las que no son agradables. De hecho, especialmente las que no son agradables. El asco, por ejemplo, nos hace evitar comidas o lugares que son potencialmente peligrosos y que podrían intoxicar o enfermar nuestro cuerpo, igual que el miedo hace que nos mantengamos alejados de precipicios de 200 metros o de un tiburón hambriento.
Un triángulo complicado: aburrimiento, creatividad y smartphones
Cuando nos aburrimos, la actividad cerebral cae un 5%, pero se incrementa en ciertas áreas responsables de los recuerdos biográficos, de pensar en otras personas y de especular con posibles sucesos: en definitiva, aburrirnos dispara la capacidad creativa de nuestro cerebro. El smartphone mató al aburrimiento, y tal vez también hirió a la creatividad.
Como bien explica Michael Stevens en su canal Vsauce (uno de los mejores que puedes encontrar en YouTube) es una emoción que nos empuja a hacer algo que posiblemente no haríamos de estar ocupados, desde tener nuevas ideas para escribir, o replantearte una discusión que tuviste con un amigo o tareas productivas pero poco agradables como ordenar la casa.
Aburrirse nos incentiva a hacer cosas y puede ser responsable en buena parte de lo que hemos logrado como especie. ¿Significa eso que el smartphone nos convierte en menos creativos? ‘El Señor de los Anillos’ es una de las novelas que más ha marcado las últimas generaciones, y Tolkien comenzó a escribir ‘El Hobbit’ por aburrimiento tras una grave lesión en su pierna durante un partido de tenis cuando tenía 40 años ¿Se hubiera lanzado el profesor a escribir si los pasatiempos de 1932 hubieran incluido el Twitter y Farmville? Evidentemente es imposible saberlo, pero las distracciones no le hubieran ayudado.
El aburrimiento y la creatividad, grandes aliados
Como todo, el aburrimiento en exceso puede tener consecuencias graves en caso de producirse en exceso o si no se canaliza de forma correcta, por ejemplo hay una fuerte relación entre el aburrimiento y el abuso de drogas, además de poder llegar a causar ansiedad e incluso alucinaciones si se extiende excesivamente en el tiempo, como puede ser el caso de reclusos en régimen de aislamiento.
Pero el aburrimiento más simple, como el que sentimos al esperar, no sólo no es grave, sino que es tremendamente productivo -paradógicamente- y empuja a las criaturas que lo sienten a realizar tareas que van más allá de las necesidades básicas de los seres vivos. Y en esta sociedad permanentemente conectada, el aburrimiento es una sensación que cada vez está más arrinconada.
Desconectar y tener tiempo para uno mismo es importante y posible aunque complicado en estos tiempos, pero es importante aunque eso conlleve aburrirse un poco. Así que la próxima vez que cojas el teléfono para matar el rato, piensa en lo que te podrías perder si te aburres un poco. Quizá, al hacerlo, podrías tener una idea que te cambiara la vida.