Hace unas semanas hablábamos de procesadores de 7 nanómetros, poniendo en apuros la famosa Ley de Moore. Sin embargo estos procesadores están formado a base de chips, a base de transistores. ¿Cuál es el tamaño mínimo de estos transistores? Todavía estamos explorando esta miniaturización y aunque teóricamente sería posible crear transistores a partir de unos cuantos átomos, en la práctica es casi imposible reducir el tamaño. Cualquier nanómetro reducido es una batalla ganada.
La imagen que ilustra este artículo es un transistor basado en una simple molécula de ftalocianina de cobre. No solo es uno de los semiconductores más pequeños jamás creados, es seguramente uno de los más pequeños posibles. Nos acercamos peligrosamente al límite que determinan las leyes cuánticas que rigen lo más pequeño.
El transistor de hoy ha sido creado en condiciones cerca del vacío y con una temperaturas rozando el cero absoluto (-273ºC – 0K). Está compuesto de una docena de atomos de indio y arsenio de indio.
El truco ha sido abandonar la mecánica habitual para construir un transistor que consiste en modular el potencial y se ha apostado por la tecnología FET, de modularización de campo en la que simplemente varías la distancia entre los átomos para elegir la electricidad que convenga. Una técnica que ya se empieza a emplear con mucha asiduidad y en la que se emplean microscopios de efecto túnel.
Y muchos os preguntaréis, ¿para qué reducir tantos los chips? Básicamente es una cuestión de eficiencia. Transistores más pequeños implican velocidades de procesamiento más rápidas, menos desgaste y mejor aprovechamiento del tamaño. La nanotecnología, rama detrás de estos avances, ha mejorado mucho durante los últimos años pero todo sigue siendo una pauta, un trabajo del día a día.
Via Engadget
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