Estamos en la era del todo conectado, el móvil, el coche, la casa, hasta las farolas. Sí, las farolas. Santander acaba de instalar la primera farola con 4G, un proyecto que pretende matar dos pájaros de un tiro: ahorrar energía y reducir la saturación del tráfico de banda ancha móvil.
Se trata del estreno del proyecto Zero Site, fruto de la colaboración entre Ericsson y la holandesa Royal Phillips, especializada en proyectos eléctricos. El objetivo es hacer frente al crecimiento de las ciudades -se espera que para el 2050 el 70% de la población viva en ciudades-, conjugando dos de los problemas a los que deberán enfrentarse las ciudades del futuro, el consumo eléctrico y satisfacer la demanda de conexión móvil.
Instalada en la zona de El Sardinero, la farola puede ejercer de antena de telefonía móvil y puede ser alquilada a cualquier operadora, y ofrece conexión desde 2G a 4G, además de ofrecer también conexión wifi. Los smartphones y las tabletas ya están plenamente instalados en nuestras vidas, y por si no fuera suficiente tráfico en breve desembarcará en nuestras calles el coche conectado a través de plataformas como Android Auto y Apple Car, con los vehículos autónomos todavía en fase de pruebas pero cada vez más cercanos.
El coche conectado aumentará la demanda de banda ancha móvil
Una farola que ofrezca wifi puede dar un sentido completamente al término ‘abrazafarolas’ que tan popular hizo José María García, pero además también permite reducir el gasto energético, ya que el LED que equipa permitirá reducir entre un 50% y un 80% el coste de la iluminación de la ciudad.
Esta farola con 4G -¿para cuándo candelabros con wifi?- tiene las antenas y el equipo de radio instaladas en la parte superior, mientras que las unidades de banda, la batería y el equipo de refrigeración están instalados en una pequeña cámara subterránea bajo la farola.
Con una demanda de conexión móvil cada vez mayor -y lo que está por venir cuando lleguen Android Auto y Android Car- estas farolas pueden ser un gran método de instalar un buen número de antenas de telefonía móvil sin que estas tengan un enorme impacto en el aspecto visual de las ciudades, quedando disimuladas en algo tan habitual como es la iluminación de la calle.
Vía ABC
Imagen de cabecera ComputerHoy