Dos estudiantes de la barcelonesa Universidad Ramon Llull, Enrique Bernalte y Ernest Obach, han desarrollado el NeuroScalextric un proyecto que permite utilizar el mítico Scalextric con tu mente y una aplicación para móvil. Y Yoda se creía guay por sacar una nave de un pantano.
El usuario deberá colocarse un casco neuronal, con sensores en las orejas y en la frente capaces de detectar las señales eléctricas que emiten las neuronas. El casco envía los datos a la aplicación del smartphone, que a su vez los reenvía vía wifi a un circuito eléctrico cerrado conectado a la pista de Scalextric.
Según los responsables de NeuroScalextric a El Correo, «el objetivo principal del proyecto es promover entre el público general el campo de la neurociencia, ya que sus utilidades son poco conocidas por la mayoría de personas, y también investigar más sobre la tecnología ‘neuroheadset’ y crear interfaces con Smartphone y no con ordenador».
Los smartphones, un papel creciente el avance de la ciencia
De esta forma ya es posible mover con la concentración los coches del mítico juguete, aunque si Fernando Alonso lo probase seguramente tendría que retirarse en la vuelta 20 por problemas con la unidad de potencia, y según parece es posible dar impulso al coche con un simple parpadeo voluntario. Que aprenda McLaren.
Los teléfonos móviles son pequeños ordenadores tremendamente versátiles y con un coste relativamente bajo, por lo que cada vez tienen un mayor peso en la investigación científica, pudiendo ejercer a modo de laboratorio de bolsillo para realizar análisis sobre el terreno o como ordenador de a bordo de un satélite o como cerebro de un asistente robótico en la Estación Espacial Internacional: los smartphones no sólo nos sirven para no tener que hablar con la persona que tenemos en frente, sino que también tienen reservado un rol importante en el avance de la humanidad.
Vía El Correo