El CES de Las Vegas del pasado año dejó un claro protagonista: el coche autónomo y conectado. Los lobbys de la industria del motor y la tecnología hicieron sendas demostraciones de poder con ejercicios de innovación con las que se postulaban para dirigir una de las grandes revoluciones de los próximos años. Por supuesto, este año habrá una nueva ración de novedades sobre cuatro ruedas.
Aunque aún estamos a unas horas de que se de el pistoletazo de salida al cónclave tecnológico más grande del mundo, ya conocemos algunas propuestas. En lo que se refiere al coche conectado, ha sido la factoría alemana Bosch la primera en presentar su idea. Se trata de un futurista panel que se instalará en el interior de un coche conectado y que ocupará un gran espacio en el automóvil.
La pantalla de Bosch cubre lo que viene a ser toda el salpicadero, la consola central así como gran parte de las puertas, tanto la del conductor como la del copiloto. Esta pantalla vendría acompañada con el sistema de entretenimiento Jumbo, que permitiría a los pasajeros realizar tareas básicas, tales como el acceso a Internet, utilizar aplicaciones u obtener indicaciones de navegaciones. Cada parte de la pantalla de Bosch podría funcionar de manera completamente autónoma de manera para que el conductor se mantenga aislado de posibles distraciones.
Tecnología háptica para crear texturas
Una de las cosas más llamativas de esta pantalla de Bosch es la aplicación de la tecnología háptica para generar diferentes texturas de superficie con las que simular la sensación de botones reales.
Es decir, si el conductor está conduciendo podrá tocar la pantalla sin retirar la vista de la carretera para identificar su botón, que podrá identificar por su tacto sin necesidad de mirarlo. Control gestual y comandos de voz completarán las maneras de interactuar con estas pantallas de Bosch.
Otras medidas de seguridad
Para mejorar la seguridad, Bosch también esta trabajando en un software para coches conectados que utilice la señal del GPS para comparar la posición de un coche con la dirección de la carretera para avisarles de que van por el camino equivocado. El aviso llegaría solo en diez segundos y se podría programar el bloqueo de frenos automático si ocurre esto. Otras de las novedades en las que trabajan es un asistente para aparcar el coche remotamente tan solo con una aplicación de móvil.
Aunque Bosch puede recordar más al sector de los electrodomésticos, es uno de los mayores proveedores de piezas de automóviles del mundo y por ello no quiere quedarse fuera de la carrera por el coche autónomo. Sin embargo, todas estas novedades son prototipos y aún habrá que esperar un par de años para verlas rodando.