El ‘go’, 围棋 si nos guiamos por el pinyin, es un juego de tablero para dos jugadores originado en China, con más de 2500 años de antigüedad. En este juego de estrategia, los jugadores se alternan colocando piedras sobre un tablero de 19×19 intersecciones, y el objetivo para ganar es rodear con tus piedras un área mayor en el tablero que tu oponente.
Es mucho más complicado que esto, en realidad, y tiene una dificultad endiablada. Las partidas profesionales llegaban a durar varios días en tiempos pasados, tuvieron que limitarlas a 16 horas de máximo repartidas entre dos días para mantenerlas en un límite razonable. Unas reglas simples para un juego complejo, con más movimientos posibles que átomos existentes en el universo.
AlphaGo, un escalón más de Google DeepMind
Os contamos todo esto porque DeepMind, aquella startup que compró Google en 2014 y que se especializa en inteligencia artificial, ha sido capaz de derrotar a uno de los jugadores profesionales de ‘Go’, con un sorprendente 5 a 0. Lo han hecho con un sistema llamado AlphaGo, creado en exclusiva para calcular las combinaciones de movimientos casi infinitas de ‘Go’, pero no sólo ahí está el secreto de su éxito.
AlphaGo, en vez de calcular todas las combinaciones posibles para anticiparse a los movimientos del rival (algo que haríamos con el ajedrez convencional), ha aprendido 30 millones de movimientos de jugadores profesionales. Con todos esos movimientos, la inteligencia artificial ha sido capaz de aprender a crear sus propias estrategias a base de prueba y error. AlphaGo ha necesitado tanto procesamiento que han tenido que usar Google Cloud Platform como apoyo.
Después de todo este aprendizaje, sentaron a AlphaGo enfrente del tres veces campeón de ‘Go’ en Europa, Fan Hui, para que echaran una partida. Y lo sorprendente es que AlphaGo ha ganado a Fan Hui. Y, por si todo esto no fue suficiente, AlphaGo se enfrentará en marzo al campeón mundial, Lee Sedol.
La propia Google afirma que esto no es más que un escalón más en el proceso de resolver la inteligencia artificial, pero con avances como este, no queda mucho lugar para las dudas: las IAs tienen un futuro prometedor por delante. Podéis leer todos los detalles sobre este curioso experimento en el blog oficial de Google.