Hace unos meses, Amazon abrió su primera librería física en Seattle. Una librería de las de toda la vida, con sus paredes, su techo y sus estanterías, que ofrece a los compradores unos 5.000 títulos -frente al catálogo virtualmente infinito de la versión digital-. Parece que el experimento ha sido un éxito, ya que el gigante del comercio electrónico estaría dispuesto a abrir otras 400 nuevas tiendas.
La noticia surge a raíz de las declaraciones de Sandeep Mathrani, ejecutivo del grupo de centros comerciales General Growth Properties, que habló de una horquilla de entre 300 y 400 tiendas, aunque no está claro de dónde sacó Mathrani esta información que recoge el Wall Street Journal. Tanto Amazon como otras fuentes de General Growth Propieties no quisieron comentar esta información.
Librerías de Amazon, al asalto del mundo físico
Amazon ha abierto un puñado de localizaciones físicas en los últimos años, siendo la más destacada la librería que abrió el pasado mes de noviembre en un centro comercial al aire libre. En ella, además de libros, también vende dispositivos Kindle y Kindle Fire. Los precios son los mismos que en la tienda digital.
De ser reales las intenciones de Amazon, no sería algo inmediato, ya que necesitaría tiempo -incluso años- para encontrar los lugares, alcanzar acuerdos inmobiliarios, contratar personal y realizar las obras necesarias, por lo que estaríamos pensando en una estrategia a medio plazo.
Aunque Amazon es capaz de atropellar a su competencia con su enorme oferta y precios reducidos, no puede competir con las tiendas físicas en dos aspectos. El primero es la inmediatez de la compra. A pesar de programas como Amazon Premium y su programa de drones -todavía experimental-, en un mundo en el que la inmediatez es cada vez más importante no hay nada como ir a una tienda y salir con el producto en la mano.
La tapa blanda sigue siendo el formato hegemónico
Otro aspecto en el que no puede competir es en que sus clientes no pueden hojear el libro antes de comprarlo. Sí, pueden ver la portada e incluso leer un extracto, pero eso -para una masa todavía importante de clientes- no se puede comparar con tener el libro en la mano, ver su longitud, la maquetación o la calidad de los materiales de las tapas.
Además, gran parte de la popularización de los libros electrónicos vino de la mano de las tabletas, un mercado que ha visto como sus ventas se han frenado en los últimos tiempos, poniendo en cierto riesgo el negocio del ebook. Además en EEUU los libros de tapa blanda siguen siendo la forma más popular de lectura con 942 millones de libros vendidos en 2014, frente a los 568 millones de libros de tapa dura y los 510 millones de ebooks.
Las tiendas físicas de Amazon, un campo de experimentos
Según explica el WSJ, fuentes cercanas a Amazon explican que la tienda física de Seattle no tiene como único objetivo vender productos, sino que también está siendo usada por la compañía para realizar experimentos tanto en materia de almacenamiento y recogida de datos.
Mathrani apunta otra posible explicación al interés de Amazon en dar el salto al mundo físico, y es que el 38% de las compras on line de determinados géneros -como la ropa o productos de papel- son devueltos a tiendas físicas.
El asalto de Amazon al mundo físico se da en un marco en el que cada vez son más las librerías que cierran, y la inversión que debería hacer es muy alta como para estar hablando de algo temporal o por imagen. De ser cierto, Amazon seguiría los pasos de otras grandes compañías digitales que han dado el paso al comercio físico, como Google, OnePlus o Apple. Una tendencia realmente llamativa que puede indicar que estas empresas tienen datos que les hacen pensar que la tienda de toda la vida no está tan muerta como algunos pensaban.