La refrigeración líquida del Samsung Galaxy S7 es uno de los aspectos más llamativos de los dos nuevos terminales de Samsung, aunque parece que finalmente el sistema no es tan líquido como parece.
Samsung ha tenido en cuenta los problemas de sobrecalentamiento que mostraron las primeras versiones del Snapdragon 810 y ha añadido un sistema de reparto de térmico que distribuye el calor a lo largo del terminal para evitar que se centre en un único punto alrededor del procesador.
Un sistema de reparto de calor
JerryRigEverything ha desmontado uno de los nuevos terminales de Samsung y ha mostrado que el sistema que usa consiste en unos conductos de cobre que contienen agua o etilenglicol. El líquido pasa por un evaporador que lo dirige hacia la CPU o la GPU, donde la exposición al calor hace que se convierta en vapor, que a su vez se dirige hacia el radiador. Este vapor eventualmente vuelve a su forma líquida y es dirigido de nuevo al evaporador.
El video muestra el Samsung Galaxy S7 Edge siendo destripado, y muestra un pequeño defecto del terminal, y es que la posición de las piezas hace casi imposible reparar la toma de energía sin dañar la pantalla debido a como se ha gestionado la curva, un defecto que no tiene por qué ser compartido por su hermano el S7.
Vía Sammobile