Todos nos hemos encontrado en una situación en la que nos hemos tenido que plantear si arreglar un móvil o comprar uno nuevo. Es algo que nos puede ocurrir con cualquier electrodoméstico o dispositivo, pero los smartphones, al ser dispositivos móviles, al que damos un uso intenso y con una gran pantalla, son particularmente dados a necesitar pasar por el taller. ¿Cuándo merece la pena reparar y cuándo no?
Obviamente, hay muchísimos factores a tener en cuenta, que empieza por nuestro propio presupuesto y de lo que nos apetezca hacer. Lo primero que debemos hacer es saber si nuestra garantía nos cubre la reparación del terminal. Por ley, la garantía de un teléfono nos debe cubrir durante dos años tras la fecha de la compra de cualquier reparación que no sea fruto de la negligencia del usuario.
Garantía y seguro
Es decir, la garantía no nos cubrirá si la avería es fruto de una caída o de haber hecho un mal uso. Eso sí, hay que tener en cuenta que la publicidad es vinculante, de forma que si, por ejemplo, un teléfono se anuncia como sumergible y este recibe daños por agua, el fabricante debe cubrir la reparación aunque el contrato de garantía no lo cite explícitamente.
La garantía no sufre roturas por caídas, accidentes ni robos, sin embargo muchos seguros sí lo hacen. Por eso el siguiente paso sería acudir a él. Los seguros para móviles suelen traer más problemas que soluciones, suponiéndonos un gasto extra que en pocas ocasiones nos resulta útil, y que la propia OCU afirmó que suponen un gasto excesivo para la cobertura que ofrecen. Pero si ya tienes uno, vamos a sacarle partido. Eso sí, prepárate para llamadas, colas, y papeleo. Si te prometieron «tú ven y te damos un teléfono nuevo» encontrarás algo bastante distinto.
Edad del teléfono: ¿si el teléfono es viejo merece la pena reparar o no?
¿Se te ha caído el teléfono dos días después de comprarlo y se te ha roto la pantalla? No vas a ser ni el primero ni el último al que le pase eso. La edad del terminal es un factor decisivo en si merece la pena reparar o comprar uno nuevo, entre otras cosas por la ya mencionada garantía, y que si lo has comprado hace poco es posible que el gasto haya dejado tu cuenta corriente afectada.
Uno de las cuestiones que debes tener en cuenta es qué aportaría un terminal nuevo sobre el que se te ha estropeado. Por ejemplo, si tu teléfono tiene un año y medio, seguramente no contaría con sensor de huellas dactilares, mientras que ahora es bastante fácil encontrar un teléfono que tenga uno, incluso a un precio muy asumible.
Si tu teléfono tiene seis meses, por el contrario, es bastante más complicado que encuentres una razón de peso para hacer el cambio. Otra cosa es que te hayas encaprichado de otro teléfono. En este caso una avería puede ser la excusa ideal para ir a por el que quieres.
Además, si estamos ante un dispositivo que tiene ya unos años puede hacer que encontrar determinadas piezas sea más costoso -aunque el hecho de que los smartphones se suelan cambiar cada dos años reduce este efecto-.
Valor del teléfono y tipo de avería
Si te has gastado 700€ en un teléfono, sí, probablemente merezca la pena reparar. Si por el contrario es un teléfono chino que te ha costado 80€, la reparación seguramente sea poco recomendable, ya que puede rondar el precio del dispositivo, o incluso superarlo.
Una regla bastante popular es que si supera el 50% del coste de comprar un aparato nuevo, quizá no valga la pena y sea mejor estirarse un poco más y hacerse con un terminal nuevo.
Obviedad: según el tipo de avería que sufras, la reparación puede ser más o menos costosa, pero también el terminal que tengas influirá. De esta forma, los terminales que son sumergibles son más complejos de arreglar, y por tanto también son bastante más caros.
Arreglar tu mismo el teléfono
Esta es otra posible alternativa. Es cierto que es algo que puede resultar bastante intimidante de entrada, y si eres torpe o manazas siempre puedes acabar haciendo un chandrío y rompiendo más de lo que has arreglado. Sin embargo, Internet está lleno de tutoriales que te pueden a realizar tú mismo la reparación adecuada.
iFixit, por ejemplo, es una de las páginas que ofrece un mayor catálogo de tutoriales, así como enlaces a páginas donde comprar las piezas adecuadas. Todo es cuestión de intentarlo y de perder el miedo. Es posible que no quieras probarlo que un teléfono relativamente nuevo, pero si guardas un teléfono antiguo que necesite una reparación, siempre es un buen campo de pruebas para ver si eres capaz de hacerlo tú solo.
Reparar, ¿una tendencia al alza?
La reparación es un recurso que ha crecido en los últimos años, y muchos usuarios prefieren que su terminal pase por el taller antes que comprar un terminal nuevo. La reparación de teléfonos creció en España un 100% en 2012, y en 2015 Phone House reparó más de 500.000 terminales.
Las ventas se han reducido y muchos usuarios apuestan por alargar la vida de sus terminales, por lo que en muchas ocasiones eso supone pasar el taller. Desde Europa 3G nos apuntan otra causa: los clones chinos. En los últimos años hubo un boom de comprar terminales chinos que supuestamente eran idénticos a gamas altas del mercado, pero a un coste ridículo. «Pero los materiales de las conexiones y las soldaduras no tienen nada que ver, por lo que en muchas ocasiones fallan a las pocas semanas. Ante esto, muchos usuarios optaban por traernos su móvil anterior».