Aquí siempre hemos apostado por un Android libre. Un sistema operativo cuyas raíces estén al alcance de todos los fabricantes y que cada uno pueda aportar su granito de arena. Por supuesto cada marca añadirá lo que crea conveniente, pero existen unos patrones iguales para todos, una base en la cual todos nos sentimos representados tengamos el móvil que tengamos.
Pero existe un problema y es que el principal valedor de Android es Google. El resto de fabricantes tiene poca decisión en la creación de las nuevas versiones. Esto ha provocado que con el paso de los años Google está convirtiendo a Android en algo más parecido a lo que ellos quieren, dejando de lado a AOSP (la versión libre).
Un Android de Google…
Esta división de caminos entre el Android libre y el Android de Google cada vez es más evidente. Hasta tal punto que como avisa el analista Richard Windsor, Google podría estar trabajando en crear una versión privada de Android, independiente totalmente de AOSP.
Es un cambio de estrategia que ya lo venimos viendo desde hace tiempo pero que si Google quiere podría llevarse hasta consecuencias muy extremas. ¿Os imagináis que el desarrollo de Android se detiene y las novedades solo están disponibles para los Nexus? Tendríamos una versión base de Android con mejoras únicamente en seguridad pero las novedades y nuevas funciones solo estarían disponible para Google.
Lo que sí parece como ya os contamos hace unos días es que los Nexus recibirán un impulso, consiguiendo funciones exclusivas y convirtiéndose en un rival directo de otros móviles. Un móvil 100% Google en software y hardware.
El problema con el ecosistema de Google en Android es la fragmentación. Depende demasiado de otros fabricantes para poder expandir el uso de sus servicios y novedades. Para corregir este problema se necesitan decisiones valientes y una de ellas sería diferenciar entre el Google Android y el Android puro. Si al segundo le eliminamos los añadidos de Google sería más fácil para los fabricantes actualizar ya que deberían implantar menos novedades.
Now on Tap es una de las funciones que mejor sirven para ejemplificar esto. Está arraigado en Android 6.0, utiliza servicios de Google y requiere cambios profundos para funcionar. Pero gran parte de fabricantes no lo necesita.
El analista asegura que para seguir innovando y construyendo nuevas funciones como Now on Tap la estrategia más fácil para Google sería crear una versión propietaria. Así no obligaría al resto a tener que implantar funciones que están muy ligadas a los servicios de Google.
…y un Android sin Google
Por otro lado Google sí podría ofrecer esta versión privada al resto de fabricantes. Pero la relación cambia por completo. Ya no estaríamos hablando que Google crea Android y el resto lo elige libremente, con ese nuevo Android el buscador podría cobrar royalties, exigir cambios y en definitiva obligar a que la experiencia fuese de una determinada manera.
Algunos fabricantes podrían apostar por la versión libre con sus propias modificaciones pero no tendrían acceso a las últimas novedades made in Google. Por otro, empresas como Samsung o Huawei podrían pasar por el aro y aceptar esta nueva versión de Android. Ganarían un sistema ya hecho, con miles de aplicaciones y con las constantes mejoras de Google. Al fin y al cabo estos fabricantes se centran (en móviles) en el hardware y no tanto en software.
Google ganaría el control total de las actualizaciones con estos cambios y podría implantar las librerías que a ellos les interese. Un cambio respecto a la situación actual y sus luchas con Oracle.
Este cambio podría empezar a desarrollarse y mostrarse a principios de 2017, para el Google I/O del año que viene. Sin duda estaremos atentos a este tipo de rumores que dejan entrever el futuro de Android. Un futuro cercano a Google, compañía que siempre ha apostado por Android pero también lo ha utilizado como una afilada arma en su propio beneficio.
Via TheRegister