En el panorama tecnológico móvil existen tantas guerras que resulta complicado seguirlas todas. Marcas pugnando por lanzar mejores móviles, fabricantes en lucha por conseguir la supremacía de los procesadores, sistemas operativos tan enfrentados como los Capuleto y los Montesco… Sin que tampoco escapen operadoras y servicios de internet.
La guerra entre las operadoras y las llamadas OTTs (aplicaciones como WhatsApp o Facebook Messenger que ofrecen servicios similares a aquellos que poseen los proveedores de internet) es cada vez menos silenciosa. Después de no conseguir el pago por usar sus redes, y tras el «fiasco» en la regulación que trajo consigo la normativa europea de la neutralidad en Internet, Telefónica (Movistar) planea el siguiente paso de su ofensiva.
Telefónica crea la 4ª plataforma para gestionar los datos de usuario
A vueltas con los datos que ofrecemos a cambio de los servicios, éste sería el primer titular. Lo que captan de nosotros cada vez que accedemos a la red es oro puro para los proveedores de publicidad. No sólo el número de teléfono, email o contactos, también todos los registros que se asocian a nuestras cuentas. El llamado «Big Data».
Cookies del navegador, horas a las que nos conectamos en WhatsApp, cuándo escribimos más mensajes, información personal que dejamos entrever en los Me Gusta que damos a las publicaciones… Podrían parecer datos nimios, pero son una verdadera fortuna para aquellos que se dedican a vender publicidad. Piénsalo: anuncios dirigidos a tus gustos justo cuando vas a conectarte.
Los datos que recopilan de nosotros parecen pequeños, pero consiguen una fortuna cuando se analizan
Los datos que forman parte del Big Data, y aquellos más concretos anclados al usuario, son el destino de la 4ª plataforma, una iniciativa creada por Telefónica que ya anticipó su presidente en mayo de este año. Según el proveedor de servicios:
«… la cuarta plataforma, que Telefónica está construyendo, es la de conocimiento del cliente, muy ligada al Big Data y a la inteligencia artificial que ayudará al cliente a recuperar la soberanía de su vida digital»
A esta 4ª plataforma volvió a referirse hoy José María Álvarez-Pallete, presidente de Telefónica. En el 30º de las Telecomunicaciones (#telco30), el CEO de Telefónica aseguró que su empresa pondría empeño en que los servicios de terceros no tengan acceso a los datos de los clientes. Es más: WhatsApp, Google, Facebook y compañía pagarían a los usuarios por los datos que utilicen a través de las redes de Telefónica.
¿Qué es la 4ª plataforma?
Es un concepto aún ambiguo que la compañía todavía no ha aclarado. En líneas generales, Telefónica (y otros operadores, Vodafone afirma que está estudiando idéntica posibilidad) creará una especie de filtro en el cual retendrá los datos de sus usuarios permitiéndoles acceder a ellos y decidir qué comparten o no con las OTTs.
La 4ª plataforma, promovida por Telefónica, pretende dar al cliente el dominio de todos sus datos
A la citada plataforma se la conoce como «Conocimiento del cliente«. Entrará en funcionamiento en 2017 y permitirá a aquellos clientes que tengan contratado un acceso a Internet a través de Movistar el control total de sus datos. Navegación, conexión, horarios, hábitos, servicios de más uso…
- 1ª plataforma: infraestructura y activos físicos.
- 2ª plataforma: sistemas comerciales y de red.
- 3ª plataforma: productos y servicios comercializados.
- 4ª plataforma: datos y conocimientos del cliente.
La información asociada es muy valiosa para los servicios de Internet, por lo que la intención de Telefónica es que sea el usuario sea quien la controle. Aunque hay un problema: la propia Telefónica registrará todos esos datos, algo que no redunda precisamente en la privacidad.
Telefónica filtraría los datos de usuario para que los servicios de Internet no accediesen a ellos
¿Cómo conseguir que los servicios no tengan acceso a los datos del usuario? Proxies y firewalls entre el ISP y los servidores que brindan acceso a WhatsApp, Google, Facebook y compañía, no hay otras soluciones. Con un problema añadido: si los datos de acceso no se suministran por defecto, tampoco se podrán utilizar los servicios que, en la actualidad, son imprescindibles para que alguien contrate una tarifa de Internet.
Las operadoras no reciben compensación por el tráfico y servicios perdidos
No es algo nuevo: las operadoras ya intentaron que las aplicaciones de mensajería y otros servicios de Internet que las «suplantan» pagasen por el tráfico de las redes. La situación según las operadoras es que WhatsApp, Facebook, Google y compañía escapan a la regulación como proveedores de servicios de comunicación.
La Comisión Europea llevaba varios meses estudiando estas reclamaciones. Se esperaba una ley que regulase las comunicaciones de las OTTs, pero no ha sido así. En la normativa de neutralidad, las operadoras deben asegurar el acceso y el tráfico a máxima velocidad. Aunque se reservan el derecho de cortar la comunicación o aplicar descensos si la situación lo requiere.
¿Es realmente el tráfico un problema para las operadoras?
El principal problema que alegan operadoras como Telefónica o Vodafone para enfrentarse a Google o Facebook es que estos servicios suplantan sus propias aplicaciones (SMS, por ejemplo). Además, también hacen referencia al tráfico que crean sin que deban ocuparse del mantenimiento de las redes, algo obligado para las operadoras.
WhatsApp suplanta los SMS, por ejemplo. Y no por ello está regulado, según alegan las operadoras
Basta analizar los datos de tráfico de Internet para obtener una idea amplia de cómo funciona la distribución del ancho de banda. Algo curioso es que sólo el 44 % de dicho tráfico pertenece a verdaderos usuarios; quedando el resto en manos de bots, Spammers y otras herramientas automatizadas. Del tráfico generado por los humanos (usuarios), casi el 70 % pertenece a descarga de vídeo.
En términos de volumen, no se puede decir que las aplicaciones de mensajería y OTTs similares copen mucho ancho de banda de las operadoras. Sin lugar a dudas es el vídeo quien más devora, pero ninguna operadora ha elevado la voz públicamente acusando a Netflix, YouTube y compañía. Sí que hubo un intento de bloqueo a Netflix por parte de Movistar, pero nada grave. Intento que, según las nuevas líneas de Neutralidad de la Red europea, Movistar debería aclarar.
Demasiadas incógnitas por conocer
Telefónica, Vodafone y Orange están dispuestas a contrarrestar el efecto que tienen los servicios de Internet contra sus propios productos. Y lo harán intentando que el cliente se ponga de su lado. Es la intención con la citada 4ª plataforma: conseguir que el cliente no sólo pueda restringir los datos que comparte más allá del proveedor de Internet, también podrá acceder a ellos y editarlos. Aún no se sabe cómo.
Se hace hincapié en lo desprotegidos que están los usuarios con sus datos y en el uso que hacen servicios como Google o Facebook de ellos. En base a esto, Telefónica propone que dichos servicios paguen a la persona que origina la información. Aunque aquí hay dos puntos que no se tienen en cuenta:
- El usuario obtiene un servicio gratuito y de calidad con sólo acceder y utilizar los servicios nativos de Internet.
- Telefónica y las otras operadoras obtienen beneficios en base a los deseos del usuario de utilizar WhatsApp, Google, Facebook Messenger y demás opciones.
Las operadoras alegan que no existe una regulación que aplique idénticas normas de juego para todos; aunque tampoco es de recibo que decidan gestionar de manera unilateral los datos del usuario que se transmiten en cada conexión. ¿Por qué íbamos a estar más tranquilos sabiendo que la operadora tiene acceso a todos nuestros informes de navegación y uso?
Por último, valoremos qué implicaciones puede tener la implantación de la 4ª plataforma. Servicios como WhatsApp, Facebook Messenger, Hangouts… necesitan ciertos datos para funcionar, con independencia de que se extralimitan recopilándolos. Si no pueden acceder a ellos, ¿se quedarán los clientes de Telefónica sin poder acceder a esos servicios?
¿Bloquearían WhatsApp, Google, Facebook… a los clientes de Telefónica? Es más que plausible
Demasiadas incógnitas sobre la mesa y la sensación de que el afán recaudatorio puede acabar con la libertad de Internet y gratuidad de la gran parte de servicios. Las operadoras olvidan que son dichos servicios los que espolean la contratación de una tarifa. Con cada intento de bloqueo el perjudicado siempre es el mismo: el usuario.