Las operadoras europeas se han apuntado una importante victoria sobre las aplicaciones de mensajería instantánea. La Comisión Europea ha dado luz verde a la propuesta de que, si aplicaciones como Whatsapp ofrecen un servicio similar al que ofrecen las operadoras, también deberán estar sometidos a una normativa similar. Y cuando decimos WhatsApp decimos también Telegram, y también Skype… todas.
Este sensato pero atrozmente simplificado argumento de las operadoras ha sido escuchado por la UE, en un movimiento que beneficia a las operadoras, perjudica a las aplicaciones y muy posiblemente también supondrá algún que otro quebradero de cabeza para los usuarios. Según la UE, el objetivo que se persigue con este cambio de normativa es fomentar la inversión en redes 5G, además de igualar actores que compiten en un mismo segmento.
Las operadoras europeas llevan ya tiempo tratando de apretar a la Unión Europea para que haga una normativa más restrictiva hacia las apps. De hecho, primero se trató de que Google, Facebook, Microsoft y Apple pagasen un canon a las operadoras por usar su infraestructura, y cuando ese plan falló, fue cuando pusieron la mira en igualar la normativa para todos.
Lo que se le viene a WhatsApp y cía: llamadas de emergencia, migración de servicios más sencilla, mayor seguridad…
Para cumplir con las mismas normas que las operadoras, aplicaciones como WhatsApp o Skype tendrían que facilitar al usuario el acceso a -por ejemplo- llamadas de emergencia gratuitas en cualquier momento
Actualmente la normativa europea obliga a todas las operadoras a permitir al usuario realizar llamadas de emergencia de forma gratuita. A partir de ahora, servicios como Whatsapp, Skype o Facetime también se verán obligados a ofrecer esta opción a los usuarios. Desconocemos cómo lo implementarán todas estas aplicaciones, pero si la propuesta sale adelante -cosa que tarde o temprano parece que acabará sucediendo- es evidente que le tocará mover ficha a las aplicaciones.
Además, de la misma forma que ya ocurre con las operadoras, las aplicaciones de mensajería deberán facilitar la migración entre servicios si el usuario decide llevarse su número de teléfono, e incluso es posible que esa migración incluya otros elementos como los mensajes enviados y recibidos hasta ese momento, aunque todavía es muy pronto y habrá que ver cómo acaba por implementarse todo esto. Desde luego, el asunto no pinta nada bien para las aplicaciones de mensajería.
La nueva normativa europea también puede obligar a organismos nacionales como la Comisión Nacional de Mercados y Competencia a establecer normas más duras en el terreno de la seguridad y de la privacidad a las aplicaciones, cosa que ya ocurre con las normativas bajo las que en España operan las operadoras.
Las aplicaciones también pueden verse obligadas a establecer planes de actuación en caso de que su servicio se caiga, además de comunicar a las autoridades cualquier incidencia que pueda poner en riesgo la seguridad de los usuarios o del servicio. En resumen, de lo que se trata es de ir colocando piedra tras piedra para poner obstáculos legales a las aplicaciones de mensajería que quieran operar legalmente.
¿Cuándo se aprobará esta nueva normativa europea?
La Unión Europea ha anunciado hoy una batería de propuestas que todavía tienen que ser aprobadas por el Parlamento Europeo, algo que debería ocurrir en unos meses. Tras esa votación que tendrá lugar en los primeros meses de 2017, deberán ser los parlamentos nacionales quienes lo ratifiquen, por lo que todavía puede pasar mucho tiempo hasta que la norma entre en vigor.
¿Y cómo puede afectar esto al usuario?
Es evidente que una mayor exigencia en el terreno de la seguridad y privacidad es algo beneficioso para todos, sin embargo también está claro que equiparar un servicio ofrecido a través de una aplicación y una operadora que ofrece una gran variedad de servicios no es del todo justo.
Puede que Facebook, Google o Apple no tengan problemas para hacer frente a esta normativa, y tarde o temprano se adaptarían, pero… ¿qué pasaría con las alternativas? ¿Qué desarrollador se metería en la creación de una aplicación de mensajería teniendo tantas leyes que cumplir?
De hecho, preguntémonos una cosa… si unas leyes así hubieran existido hace una década, ¿habría conseguido WhatsApp convertirse en el éxito mundial que es hoy en día? Una normativa así puede reducir notablemente la competencia, dejando el mercado en un puñado de manos y restringiendo la entrada de nuevos actores con servicios e ideas nuevas, lo que a la larga acabará perjudicando al usuario.
Fuente: Nota de prensa de la Comisión Europea