Ya sabíamos que los nuevos Pixel de Google son caros. Ahora confirmamos que la estrategia del buscador es radicalmente distinta a lo que teníamos. Y es que los beneficios obtenidos en la venta de cada dispositivo se sitúan al nivel de lo que consigue Apple con sus iPhone.
Google quiere ponerse al nivel de Apple y lo hace empezando por el precio. El Pixel XL tiene un precio de 899 euros en Europa, un rango bestial para un terminal de 32GB. Afortunadamente parece que los primeros análisis confirman que es un terminal excepcional, pero claro, solo disponible para quienes no tienen ningún tipo de problema económico.
¿Cuál es el coste de este Pixel XL?
Sus componentes interno y el coste de construcción es de 285,75 dólares según la firma de análisis IHS. 410 dólares por unidad, un beneficio equivalente al del iPhone 7 que eso sí tiene una pantalla bastante más pequeña.
- La cámara del Pixel XL es de 12MP y se ha mostrado como la mejor de todo el mercado. ¿Cuál es su coste? 17,50 dólares por cada Pixel. Ligeramente inferior a los 19$ que cuesta el módulo de cámara del iPhone 7.
- ¿Y la pantalla? Se trata del componente más caro. La del Pixel XL es una pantalla de 5,5″ AMOLED QHD de Samsung y cuesta 58 dólares.
- El Snapdragon 821 viene de Qualcomm y su precio es de 50 dólares.
Google copia a Apple, ¿pero podrá mantener el ritmo?
Google compite contra el resto de fabricantes en igualdad de condiciones pero se atreve a imitar a Apple en su estrategia de precios. Si a la marca de la manzana le funciona, a la gran G también debería. El coste es el mismo para Google, Samsung o LG pero la popularidad de la marca, la publicidad y el trabajo de software extra permiten a Google situarse en la escala superior de precios.
Una diferencia muy importante que diferencia al Pixel respecto al iPhone es la cantidad de ventas. Mientras Apple vende decenas de millones de dispositivos cada año, para Google sería un éxito superar los diez millones de Pixel. Y esta cantidad distinta es muy importante para conseguir componentes a mejores precios. El objetivo de Google consistiría en aprovechar estos contactos con los proveedores para poner en marcha toda la maquinaría e ir mejorando cada vez su volumen de ventas.
Mientras Apple apuesta por Foxconn, Google hace lo mismo con HTC como ensamblador. Una relación que podría cambiarse si Google decide apostar por otro fabricante o fortalecerse en el supuesto caso que decidieran comprar a la compañía taiwanesa.
Via Bloomberg