Hace seis meses el gobierno de Estados Unidos empezó a estudiar la posibilidad de pedirle a los visitantes que quieran entrar en su país sus perfiles de redes sociales. Seis meses después, esta medida ya está en funcionamiento
La administración estadounidense siempre se ha caracterizado por un fuerte control y vigilancia de lo que ellos denominan las amenazas a su seguridad. Hasta hace unos años eso suponía tener controlados a los países rivales o enviar espías a las localizaciones necesarias.
En la actualidad, la amenaza proveniente del terrorismo islámico hace que la detección de potenciales enemigos sea mucho más compleja. Es por eso que a mediados de 2016 el gobierno de Barack Obama empezó a plantear el pedir a todo aquel que entrara en el país sus redes sociales para poder investigarlas.
El motivo parece surgir por la realidad de que algunos terroristas han usado las redes sociales para hablar de posibles atentados y los cuerpos de seguridad quieren poder usar eso para detenerlos antes de que los cometan.
Control aleatorio ya en marcha
Justo antes de finalizar el año se ha empezado a ejecutar esta medida y algunos pasajeros de vuelos con destino a Estados Unidos están recibiendo un documento en el que se les solicita que informen de cuales son los perfiles que usan en Internet.
Esto no es un campo que se le pida a todos los viajeros ni los que lo tengan estén obligados a rellenar pero es posible que el propio gobierno investigue el motivo por el cual un usuario se niegue a darlos.
Los perfiles se estudiarán para denegar el acceso al país a aquellas personas que los responsables de seguridad crean vinculadas a organizaciones terroristas.
Los grandes de Internet, en contra
Ya en verano empresas como Google o Facebook transmitieron su preocupación de cómo serían tratados los datos que se obtuvieran de esta forma. Sospechaban que el trasvase de información entre las diferentes agencias del gobierno estadounidense no se haría con las suficientes garantías.
Michael W. Macleod-Ball, responsable de la oficina en Washington de la Unión de Libertades Civiles Estadounidense, ha comentado que no quedaba suficientemente claro cómo se guardaría esa información y quién tendría acceso a ella.
Miedo de que esta medida se propague en otros países
El control ciudadano es una de las herramientas y metas de cualquier gobierno. Una medida de este tipo podría ser emulada en otros países, que ven cómo necesitan de medidas para intentar frenar un problema internacional como es el terrorismo.
Este es el temor de algunos representantes de asociaciones que defienden los derechos humanos y es posible que con el cambio de signo político en la Casa Blanca este tipo de medidas, lejos de verse minimizadas, se potencien.
Experiencia personal: no sería tan diferente de lo que hay ahora
Hace cuatro años me mudé a Estados Unidos y como es normal, al no ser ciudadano había que pasar por un control fronterizo bastante exhaustivo.
Tras varias horas de espera me llevaron a un cuarto en el que había más personas esperando debido a que alguno de los parámetros de su visado, documento de identidad o contrato de trabajo no coincidían con lo que los agentes esperaban.
Todo el mundo podía encajar en uno de los dos grupos que se daban. Por una parte estaban los que habían pasado eso más de una vez. Por otro aquellos para los que la situación era nueva, y se nos notaba más preocupados.
Es esta una situación que impone, que asusta y que en parte se entiende, pero es posible que el cambio que se está dando por la medida recién aplicada no afecte demasiado a cómo se entra en el país. Tendremos un motivo más, o no, por el que nos podrán solicitar más datos o por el que nos puedan denegar la entrada en territorio americano, pero desde mi punto de vista no será algo diferenciador en el día a día .