Google Play es uno de los pilares de Android más importantes, y eso Google lo sabe bien. En los últimos días hemos visto bastantes novedades sobre la tienda de aplicaciones, y parece ser que a partir de ahora Google castigará a los desarrolladores que creen malas aplicaciones.
Año tras año, Google promete que su nueva versión de Android tendrá mayor rendimiento y autonomía, aunque desafortunadamente no es algo que se suela cumplir. Si bien es cierto que las mejoras existen, no son suficientes para solucionar los problemas de consumo de recursos que existen.
Google quiere más seriedad en su tienda de apps, y tiene la fórmula para conseguirlo
El motivo reside en las aplicaciones que tenemos instaladas en nuestro móvil. No siempre suelen estar bien programadas, y eso consigue que nuestro móvil llegue a funcionar incluso peor (y ahora, miremos disimuladamente a la app de Facebook).
Google ha decidido que tiene que cambiar. La gran G a menudo recomienda buenas prácticas para obtener una aplicación que tenga buen diseño y rendimiento. Las aplicaciones que sigan bien esas prácticas obtendrán buena visibilidad. ¿Y las que no?
En resumidas cuentas, irán perdiendo visibilidad en la tienda hasta el punto de que sea imposible encontrarlas. Gracias al análisis de datos de Google Play, Google sabrá cuando una aplicación es mala. Estos serían los criterios que seguirán:
- Cierres forzosos de la aplicación.
- Alto consumo de batería (despertando continuamente el dispositivo).
- Reducción de rendimiento del sistema o incluso que se quede colgado.
¿Es el comienzo de un ecosistema totalmente controlado por Google?
No todo es tan malo. Estas medidas tienen como propósito hacer que todos los desarrolladores comiencen a tomarse en serio a Android como ecosistema. Aquellas aplicaciones que destaquen negativamente recibirán un aviso de Google (acompañadas de consejos para el desarrollador), mientras que dichas aplicaciones tendrán menos relevancia en la tienda.
¿Y si el sistema comienza a considerar como malas aplicaciones que no lo son?
¿Qué conseguiría Google con esto? Pues al hacer desaparecer las malas aplicaciones de Google Play, conseguiría limpiar la imagen de que «en Google Play hay malas aplicaciones», dando la sensación de ser una tienda a la altura de la App Store (últimamente a Google le gusta demasiado compararse con Apple).
En teoría, este movimiento parece bueno para los usuarios, aunque hay un detalle que no nos acaba de gustar. Poco a poco estamos viendo como las mejoras de Google suelen conllevar una pérdida de libertad. Sí, es cierto que nadie quiere bajarse aplicaciones de baja calidad, pero quien nos dice que el criterio de Google no acabe extendiéndose a criterios más arbitrarios.