JerryRigEverything, el conocido canal de pruebas de resistencia a dispositivos móviles, ha probado la BlackBerry KEYOne. Y los resultados son desastrosos.
Pudimos toquetear la BlackBerry KEYOne en el MWC anterior y lo cierto es que no nos dejó mala impresión. La idoneidad o no del teclado físico a estas alturas es cuestión de gustos, pero los materiales se mantenían en la calidad necesaria para considerar al móvil todo un gama alta. No nos pusimos a doblarlo, como es obvio, pero en JerryRigEverything sí lo han hecho. Y los resultados son desastrosos.
El canal de YouTube no solo pone a prueba los dispositivos, también aporta soluciones para los problemas encontrados y modificaciones ingeniosas; como cuando hizo transparentes al Samsung Galaxy S8 y LG G6. Con la BlackBerry KeyOne ha repetido el proceso de test habitual, pero su construcción se pone en entredicho cuando procede a doblar el dispositivo. No solo se consigue con demasiada facilidad, también despega hasta la pantalla.
La pantalla de la BlackBerry KEYOne salta sin excesiva presión
En cuestión de dureza de la pantalla no hay problema: este móvil con cristal Corning Gorilla Glass 4 aguanta los arañazos más habituales. Los botones del teclado no tanto, pero siguen detectando los gestos incluso aunque alguien se ensañe con el cutter (da lástima ver al móvil tan torturado). El problema viene con el «bend test» o test de doblado.
Es algo habitual en los móviles desde el famoso «bendgate» del iPhone 5: comprobar si el cuerpo resiste a la presión de las manos tratando de doblarlo. La BlackBerry KEYOne fracasa estrepitosamente: la pantalla salta a la más mínima presión, con el riesgo de cortes que eso supone. Por no hablar que podría romperse a las primeras de cambio con solo llevar el móvil en el bolsillo y sentarse encima.
Según comentan en JerryRigEverything la pantalla está sujeta por… «nothing». TCL, empresa que se encuentra detrás de BlackBerry y que también ensambla el dispositivo, no ha sujetado el display al cuerpo con adhesivo para evitar que salte a las primeras de cambio. Incluso el marco de aluminio no aporta toda la rigidez necesaria y puede doblarse con las manos.
Seguramente TCL mejorará la cadena de producción reforzando la inserción de la pantalla en el marco, pero resulta inadmisible que haya puesto el móvil a la venta con ese serio problema. Lo último que necesita BlackBerry es una crisis de reputación, por más teclado físico que se empeñe en recuperar.