El mercado de la telefonía móvil es uno de los más competitivos que existen a nivel mundial dado las escasas barreras que hay para construir una marca. El problema realmente radica en poder obtener unas cifras de ventas relevantes y en poder hacer una inversión en marketing que pueda rivalizar con la de los demás fabricantes.
Es por eso que actualmente hay más de 1.000 marcas de todo tipo que desarrollan smartphones con este sistema operativo, algunas que venden a nivel mundial y otras muy locales que sólo tienen presencia en sus países de origen.
Hay pocas marcas relevantes
Pero lo más llamativo es que aunque hay cientos de fabricantes son unos pocos los que aglutinan el grueso de las ventas. Según un estudio de Strategy Analytics los cuatro principales fabricantes de móviles Android controlan más de la mitad de las unidades de smartphones vendidas con Android.
Son Samsung, Huawei, OPPO y Xiaomi, que junto con Apple conforman el Top 5 de los mayores vendedores de móviles del mundo.
Los cuatro han subido en unidades vendidas con respecto al año pasado en unos 25 millones de unidades y el conjunto del resto de fabricantes ha descendido en sus ventas en unos 10 millones.
La cuota de mercado también la dominan ellos
En lo referente a la cuota de mercado vemos lo mismo ya que los cuatro primeros tienen un 47.4% del total mientras que el resto de fabricantes Android se queda en un 41.3%. Obviamente el resto se lo queda Apple.
De nuevo vemos que la tendencia es a aglutinar la presencia en este sector en marcas que apuestas muy fuerte por el mismo, sea en oriente, como OPPO y Xiaomi, o a nivel internacional, como Samsung y Huawei.
En los próximos años es posible que esto se acentúe y aunque veremos nuevas marcas salir al estrado y buscar una rentabilidad en países o nichos pequeños el gran bocado de la tarta seguirá siendo el de las grandes corporaciones.