Disney se enfrenta a un problema gordo en Estados Unidos debido a sus juegos para móviles: según una acusación particular estas aplicaciones espiarían a los niños.
La falta de privacidad y de seguridad es algo a lo que nos enfrentamos a diario, eso lo sabemos. Lo que ignoramos a menudo es que ese problema acecha también a las personas más vulnerables, como los niños. Podemos saber con qué juegan en su móvil o tablet pero ¿conocemos sus implicaciones? ¿Y si los desarrolladores de las apps aprovechasen el uso que los menores hacen de sus dispositivos personales para fines publicitarios y sin consentimiento?
Esto es justo a lo que se enfrenta Disney en Estados Unidos después de que un grupo de padres haya presentado una demanda contra la compañía acusándola de que sus juegos, 42 en total y entre los que estarían aplicaciones que acumulan cientos de millones de descargas, comparten datos de manera privada con fines publicitarios. Todo sin consentimiento de los padres, algo que Disney niega.
Disney y las empresas anunciantes estarían violando la ley de protección infantil de la privacidad
Esta ley, denominada COPPA, se creó para proteger la privacidad de los menores de 13 años en los entornos de Internet. Todos los servicios y software dirigidos a los menores de dicha edad deben proteger la privacidad alertando de manera sencilla y clara en el inicio de todo lo que se recopila durante el uso. A pesar de que los juegos de Disney ofrecen un aviso claro en el primer arranque como alerta a los padres, la empresa y sus socios estarían extrayendo datos de uso no declarados en la alerta de privacidad. Siempre según la acusación, Disney lo niega.
La lista de los juegos implicados es sumamente extensa: 42 títulos en total. O lo que es lo mismo: la práctica totalidad de las aplicaciones que Disney tiene en las tiendas de aplicaciones móviles, incluida la Google Play.
Esta demanda pone de manifiesto lo indefensos que están los niños ante el uso que hacen de las aplicaciones. Algo flagrante si se tiene en cuenta que Disney es una empresa que se distingue específicamente por dirigirse a los menores con un software adaptado a ellos. No obstante el caso aún no dispone de sentencia, por lo que Disney aún tiene tiempo para demostrar que sus aplicaciones no espían más allá de lo declarado.