Analizamos la escucha activa y la posibilidad de que empresas como Facebook o Google la utilicen para vendernos publicidad. ¿Es posible? ¿Hay indicios de que ocurra?
Tras la filtración por parte de Wikileaks sobre la NSA y su sistema de escucha activa, junto con el espionaje de correos, hubo cierto revuelo con los usuarios más conspiranoicos. Lo que nosotros creíamos era que tanto nuestros correos como nuestros smartphones son completamente privados, pero, tras esta filtración, resultó que la NSA, parte del equipo de la CIA, podía escuchar nuestras conversaciones sin que nosotros nos diésemos cuenta.
Esto abrió una veda aún mayor que atemorizaba a muchos usuarios. Se trata de la publicidad y de cómo ésta aparece siempre tan oportuna sobre lo que hemos buscado en internet. Google es una de las principales encargadas de ofrecer siempre una publicidad lo más apropiada posible a nuestras necesidades. Al fin y al cabo, es una de sus mayores fuentes de ingresos.
¿Las grandes empresas nos escuchan para ofrecernos anuncios más personalizados?
Los más conspiranoicos piensan que grandes empresas como Google, Facebook o Apple, hacen uso de la llamada «escucha activa» para ‘espiarnos’ y ofrecernos una publicidad mejor. Para los que no sepan qué es la escucha activa, se denomina así a una forma de escuchar lo que decimos de forma constante, a través de nuestro smartphone y sin dejar rastro. Por ejemplo, si dices Ok Google tu móvil se enciende; si dices «Tortilla de patatas» no. El móvil está siempre escuchándote; y se activa con Ok Google.
Esto puede preocupar a algún que otro usuario. ¿Siempre se está escuchando lo que digo hasta que comento algo concreto? ¿Se guarda ese tipo de información en algún lado para enviarse a las empresas? ¿Por qué si busco información sobre un libro luego me salen muchos anuncios de él? ¿Pueden usar lo que hablo para mostrarme información? Para aliviaros a todos desde ya (en parte), he de decir que Facebook afirmó que no lo hace.
En el hipotético caso de que fuera cierto, el mundo sería como el de 1984 de George Orwell
Hace un tiempo me leí un libro que me dejó marcado: 1984, de George Orwell. Una distopía donde la sociedad vivía gobernada por un Gran Hermano que vigilaba en todo momento a los ciudadanos. Cuanto decían y hacían estaba controlado por la misma pantalla de su televisión y cámaras en las calles; todo para controlar el pueblo y, según el gobierno, para ofrecer una mejor calidad social a las personas.
Como dice la Wikipedia, y creo que es una definición bastante acertada: «Una distopía es una sociedad ficticia indeseable en sí misma«. Es cierto que nuestra sociedad no es que esté en su apogeo, pero si fuese cierto que las empresas guardan y analizan todo lo que decimos cerca de nuestro smartphone, estaríamos cerca de la sociedad descrita en el libro.
El vice-presidente de publicidad de Facebook, Goldman, niega que hagan esto
«… mostramos anuncios basados en los intereses de las personas y en otra información de perfil … «
Puede que sea cierto y no lo sepamos o que tengamos que hacer caso a Rob Goldman, vice-presidente del sector tecnológico centrado en los anuncios de Facebook. Google se basa en lo que buscamos para ofrecernos publicidad; Facebook también incluye Google Ads. Además posee sus propios anuncios, pero estos, según Goldman: «Nosotros mostramos anuncios basados en los intereses de las personas y otra información de perfil, no sobre lo que estás diciendo en alto«.
Facebook obtiene información de la propia red social y de Instagram
La información obtenida también se extrae de otras empresas compradas por Facebook, como puede ser Instagram. Toda la publicidad se genera a través de la enorme base de datos de la empresa y de las pequeñas compañías adquiridas con el tiempo.»Ejecutamos anuncios de productos en Facebook. Nosotros no, y nunca, hemos usado el micrófono para anuncios«, dijo Goldman; por lo que la gran red social niega completamente esta práctica. Si los anuncios son tan oportunos será por su buen algoritmo.
Los mensajes de Whatsapp sólo lo pueden ver ambos extremos del enlace, no los servidores ni nadie que intercepte
Ahora estaréis pensando que Whatsapp es una empresa adquirida por Facebook y, por tanto, puede extraer información para anuncios a través de ella. En parte es cierto, pero hay que decir que no se extrae información de lo que envíamos a otras personas, básicamente porque esa conexión está cifrada: sólo ambos extremos pueden descifrar el mensaje. Los servidores no tienen la capacidad de ver qué se dice.
La escucha activa sirve, sobre todo, a nivel local y como desencadenante de algo
Lo que el móvil escucha para activarse con un «Ok Google» se va descartando cuando no coincide con el patrón
En definitiva, los sistemas de escucha activa son un mecanismo por el cual podemos tener acceso al asistente de voz de Google sin tocar el móvil. Este tipo de mecanismos, a falta de confirmación por Google, y según mis conocimientos del tema, se basan en hacer un muestreo a muy baja calidad de lo que escucha el micrófono de forma constante. Cuando el patrón de la muestra es similar al que se genera con «Ok Google», se activa el asistente; y entonces sí reconoce a alta calidad para poder transcribir tu voz. Mientras no coincida, las muestras de voz se descartan.
El sector más paranoico piensa que todo lo que se diga cerca del smartphone es mandado secretamente a las operadoras y de ahí a servidores de los Illuminati para que controlen el mundo; y estos envíos no afectan a nuestra tarifa ya que son ocultos para que no sepamos nada. Mientras que yo, como usuario y estudiante de telecomunicaciones, diría que, más bien, estas empresas tienen un algoritmo muy bien codificado para mostrar anuncios acertados gracias al Big Data. Cuando no pagas por un producto, es que eres el producto.