Cuando los teléfonos normales pasaron a ser smartphones el cambio vino con un ligero aumento de la pantalla. Pasábamos de las dos pulgadas o menos a las 3 o 3.5 pulgadas. Durante un tiempo eso se mantuvo y luego poco a poco se estableció que la norma estaba entre las 4 y las 5 pulgadas.
Apple por ejemplo era muy reacia a subir la diagonal de las pantallas de sus smartphones y el resto de sus competidores no parecía tampoco por la labor. Hasta que llegó Samsung.
Con el nacimiento de la familia Note la percepción de pantalla grande cambió y pese a que el Samsung Galaxy Note original no tenía una pantalla más grande que lo que ahora tenemos como normal en aquella época se veía como algo enorme y desmesurado. Nacía el concepto phablet.
Del 1% al 50% en pocos años
Esta categoría de producto era la que englobaba los móviles de 5.5 pulgadas o más y de menos de 7 pulgadas, que ya se consideraban tablets.
En 2012 la cuota de mercado de esta categoría era de sólo un 1% y sobre todo se valoraba en oriente y en entornos laborales. El Note ahí vio un hueco que supo aprovechar.
La consultora IDC ha elaborado una predicción a cinco años vista y en 2019 el número de smartphones con pantallas de 5.5 pulgadas o más será superior al 50%. es decir, que lo normal será tener un dispositivo con esta diagonal o incluso mayor.
Esta tendencia no se parará ese año y seguirá subiendo, rozando en 2021 el 60% del total.
Apple cede y eso se nota
Uno de los motivos que explican el aumento de los móviles de este tamaño es el lanzamiento de la gama Plus de los iPhone y en un futuro también incidirá el iPhone X y sus sucesores.
Los usuarios cada vez demandan pantallas más grandes dado que cada vez se pasan más tiempo delante de las mismas y el vídeo cobra cada vez mayor protagonismo.
La reducción de marcos será clave
Otro factor muy relevante es el que marca el cambio de diseño que hemos visto en los últimos meses con dispositivos cada vez más compactos y con menos marcos. Ese camino propiciará el incremento de las diagonales sin aumentar el tamaño.
Por otro lado si el formato 18:9 se acaba imponiendo veremos cómo el tener pantallas de mayor diagonal no será sinónimo de tener pantallas más grandes, en superficie total, por mucho que el marketing así lo indique.