Una de las cosas más divertidas de navegar en el Play Store en busca de aplicaciones y juegos de las que no hayamos hablado y que sean curiosos es que de vez en cuando te topas con propuestas como la que os traemos hoy en la que tienes una mascota/vehículo que es nada menos que un dragón mecánico.
Y diréis ¿para qué quiero un dragón mecánico? Y os responderé: para salir indemnes del apocalipsis zombie. Sí, habéis leído bien, aquí hay de todo, desde máquinas enormes a lagos subterráneos de ácido que nos matarán al instante.
Un juego sencillo y muy rápido
La idea del juego es sencilla, llegar lo más lejos posible en cada uno de los tres mundos que lograremos dominar si somos lo suficientemente buenos.
Para controlar nuestro dragón hemos de pulsar en la pantalla para que se entierre en las profundidades de… de la tierra, claro. Y si soltamos saldremos disparados hacia arriba para hacer una parábola y volver a caer, destrozando todo lo que haya en medio por el camino.
Bueno, todo no, porque como se nos ocurra siquiera tocar con la punta del dedo (o una escama) los lagos de ácido que hay en el escenario moriremos con la corrosión más rápida que habéis visto en vuestra vida.
Unos gráficos muy simpáticos
Una de las características llamativas del juego son los gráficos, que recuerdan ligeramente a Cálico Electrónico.
Todo en los escenarios es factible de ser reducido a escombros, desde edificios a vehículos. Y or supuesto los jefes, a los que tendremos que vencer para ir avanzando (y hay nada menos que 21 diferentes). También podremos mejorar nuestras armas, nuestros dragones y desbloquear nuevas habilidades.
El juego es gratuito pero tiene publicidad y compras dentro de la aplicación. Las primeras las podremos ocultar con uno de los pagos integrados.