Hablar de redes sociales en el mundo implica hacer mención a Facebook y, por supuesto, también a Twitter. Dado que ambas redes las utilizan millones de usuarios a nivel mundial resulta lógico que la seguridad deba permanecer en lo más alto. De ahí que el último fallo de Twitter sea doblemente fatal: ha puesto en compromiso la contraseña de todos los usuarios.

Decimos que es fatal por partida doble primero porque una red de su calibre no debería tener problemas con algo tan básico en la seguridad como es la contraseña; y segundo porque el error es casi absurdo: Twitter guarda las contraseñas de sus usuarios en texto plano. Acceder a esa base de datos no es nada sencillo, pero los passwords han estado hasta ahora expuestos a quien haya podido leerlos.

Twitter recomienda cambiar la contraseña a sus 330 millones de usuarios

El mensaje es claro y salta a todos los que entran en Twitter a partir de hoy: el error ha sido grave, es culpa de Twitter y, además de haberlo solucionado, pide que, como extra de seguridad, cambiemos la contraseña de inicio. Asegura que no tiene constancia de que alguien dentro de la empresa haya podido acceder al fichero:

«Hemos corregido el error y nuestra investigación demuestra que ninguna persona incumplió las reglas ni hizo un uso indebido de la información».

Lo mejor que podemos hacer es cambiar la contraseña y activar la verificación en dos pasos. De esta manera nos aseguraremos de que nadie tendrá acceso a nuestra cuenta de Twitter incluso aunque después acaben filtradas todas las contraseñas de la red social. Para ello:

  • Accede a la sección de «Configuración y privacidad» en tu app de Twitter.
  • Entra en «Cuenta».
  • Ve hasta «Contraseña» y cámbiala.
  • Después, entra en «Seguridad» y activa la «Verificación de inicio de sesión».

De esta manera no solo habrás cambiado el password de tu cuenta de Twitter, también pondrás un impedimento extra ante cualquiera que desee iniciar sesión: deberás verificarla con un segundo paso. Es algo más engorroso, pero también mucho más seguro.