Se acabó, llegó el final a la larga carrera de juicios que arrastraban Apple y Samsung. Seguro que lo recuerdas: la primera demandó a la segunda por fijarse demasiado en el iPhone para desarrollar el Galaxy S. Peleas en los juzgados, declaraciones, demandas, apelaciones… Siete años llevaban de pleitos; que por fin llegaron a su fin.
Como lo lees, Apple y Samsung entierran el hacha de guerra poniendo fin a su interminable batalla en los juzgados. Desconocemos cuál es el acuerdo al que han alcanzado ambas empresas porque ninguna prestó declaraciones, pero debe ser un acuerdo empresarial de alto calado dado el tamaño de ambas compañías. Ninguna de las dos resulta vencedora, tampoco vencida.
Apple y Samsung acuerdan dejar de batallar por la copia del iPhone
La última vista del juicio tuvo lugar el pasado miércoles en el distrito norte de California, en San Jose. Lucy Koh, jueza de dicho distrito de Estados Unidos (curiosamente tiene el mismo apellido que el vicepresidente de Samsung, Dj Koh), fue quien firmó el acta de acuerdo formal para detener el pleito que ambas empresas arrastran desde hace siete años. Como refleja ese acta, que podemos leer en The Register, en ella no se explican los términos del acuerdo ni por qué Apple habría cejado en su empeño por demostrar la infracción de patentes del iPhone que sufrió por parte de Samsung.
El acuerdo legal entre ambos gigantes tecnológicos pide que todas las reclamaciones en el caso sean desestimadas para que no puedan volver a presentarse. Esto implica que el caso de la infracción de patentes estaría cerrado y que ninguna de las dos aportará nuevas alegaciones. Además, tanto Samsung como Apple pagarán sus propias costas del juicio. Después de siete años no resultarán baratas.
El caso de la infracción de patentes se remonta al año 2011 cuando Steve Jobs declaró la guerra tanto a Samsung como al resto de fabricantes Android. Una guerra que ahora es más apacible. Sobre todo porque tanto Samsung como Apple se benefician la una a la otra adquiriéndose componentes y tecnología. El juicio interminable acabó bien.