Un nuevo capítulo se avecina en las tensas relaciones de Google con Europa. No es la primera vez que la empresa estadounidense, propiedad de Alphabet, se enfrenta a la Comisión Europea: no solo recibió una primera multa, también varios avisos y amenazas. Pues bien: hoy miércoles se confirmará la nueva sanción a Google. Y no será pequeña.
Como avanzó Bloomberg, Google ha sido condenada por la Comisión Europea al pago de 4340 millones de euros por el abuso de poder ejercido por sus aplicaciones Android. A pesar de que instalar las Google Apps no es obligatorio para ofrecer un dispositivo con Android sí hacen falta para que dicho dispositivo incluya opciones básicas como la Play Store. Europa considera que dichas aplicaciones, además de su buscador integrado, perjudica la libre competencia del mercado europeo.
No es la primera vez que la empresa y la Comisión Europea se enfrentan: la compañía estadounidense ya recibió una multa de 2400 millones de euros por prácticas monopolísticas. La multa actual, pendiente de comunicación oficial por parte de la Comisión Europea, casi duplicaría el montante de la anterior.
No solo dinero: la Comisión Europea quiere que Google no obligue a los fabricantes a instalar sus aplicaciones
A pesar de que Google no obligue activamente a la instalación del pack Europa encuentra abusiva la posición de la empresa a la hora de dar acceso a los usuarios a su tienda de aplicaciones. Las Google Apps son un paquete de software que acompaña a la certificación de Android. Servicios de Google, Duo, Maps, YouTube… Y el buscador de Google por defecto en cada dispositivo Android certificado por la empresa de Alphabet.
La orden de no obligar a la instalación de las aplicaciones de Google podría acompañar a la multa de los 4340 millones de euros. Según avanza Bloomberg, Sundar Pichai, presidente de Google, se reunió con los comisionados europeos para acordar los términos de la sanción. La multa no tiene vuelta atrás, pero quizá sí la actitud de Google: podría ser que Google abriese la certificación a que los fabricantes y las operadoras eligiesen qué apps instalar, también qué buscador integrar por defecto.
Es un nuevo capítulo abierto entre los intereses empresariales y la defensa de elección de los usuarios europeos, pero seguramente no sea el último. Google posee una situación dominante en el continente con un parque de dispositivos gigantesco. También sorprende que la Comisión Europea no investigue a Apple, por ejemplo: la empresa instala obligatoriamente sus aplicaciones en cada dispositivo, algo bastante similar a lo que hace Google.