Google nos está acostumbrando a que los informes de Android, el estudio que corresponde con el uso de las determinadas versiones, se publiquen cada dos meses. No tuvimos informe en junio, sí en mayo. Y ya está listo el del mes de julio; con unos datos que recuerdan ampliamente a lo que ha ido sucediendo año tras año: justo cuando la versión más reciente repunta es cuando está a punto de salir la siguiente.
A Android 9 o P le queda más o menos un mes para liberarse de manera estable. Tras la beta 3 de esta versión, que corresponde con la cuarta Developers Preview, hemos asistido a una versión ya madura del sistema y con muy pocos errores. Y con su salida se repetirá el ciclo: la versión del año pasado irá ganando instalaciones a medida que las anteriores caen; y la más moderna sufrirá por no ser un mero testimonio en los Pixel y ROMs cocinadas.
El informe Android de julio lo deja claro: Oreo, en sus dos versiones (8.0 y 8.1) ha tomado carrerilla y es ya la cuarta versión más utilizada. El repunte fue importante: del 5,7 % al 12,1 %. Más del doble.
Android 7 Nougat da síntomas de agotamiento y sufre su primera caída en instalaciones
Le ha llegado el fin de ciclo a Android Nougat: esta versión se mantiene líder en instalaciones con un 30,8 %, casi la tercera parte del volumen total de los millones de dispositivos Android de todo el mundo, pero ya muestra síntomas de que su apogeo llegó a su fin. Si echamos un vistazo a años anteriores confirmaremos que a partir de ahora caerá significativamente para ser Android 8 Oreo la versión que termine dominando.
Marshmallow se mantiene bastante fuerte, también Android KitKat. Más allá de aquí el número de instalaciones es casi testimonial, señal de que los ciclos de renovación de dispositivo suelen ser menores a los cuatro años.
Si echamos un vistazo a la evolución de 2018 obtenemos una visión clara de cómo Android 8 ha pegado un empujón importante en los dos últimos meses mientras que Nougat alcanzó su cima en mayo.
La gráfica irá evolucionando de manera ascendente para Oreo y descendente para las demás versiones. Una vez salga Android P de manera definitiva se repetirá la historia: un comienzo tímido, ascenso en igual medida y no comenzará a destacar en las gráficas hasta verano de 2019. Es la demostración de lo mal que funciona el sistema de actualizaciones en Android.