Una de las marcas más míticas del sector ha empezado, al parecer, un declive notable en su filosofía. Detalles que hacen que los usuarios empiecen a ver la marca de otra manera y no para bien precisamente. ¿Qué está ocurriendo?
Parece que todos los temores que teníamos algunos usuarios sobre su adquisición por parte de Lenovo, se están haciendo realidad. Eso sí, con un poco de retardo respecto a lo esperado, pero los últimos movimientos de Motorola no están gustando a casi nadie.
Motorola, de ser un referente…
Si retrocedemos en el tiempo, la compañía que llevó a los usuarios los primeros teléfonos móviles fue Motorola. Hablamos de dispositivos que de «móvil» solo tenía el nombre, ya que eran autenticas maletas que había que llevar encima.
La industria fue evolucionando y Motorola lo hizo encabezando dicha evolución o sabiéndose adaptar a los nuevos tiempos. Junto a Nokia, eran lo que llamamos una marca de confianza y de las de siempre. Elegir un dispositivo de estas dos empresas era una garantía.
Revolucionó el sector de los smartphones
Dando un salto en el tiempo, ya en la época de los smartphones, Motorola seguía teniendo un prestigio. Dispositivos con resistencia al agua, su gama de tabletas Xoom o la mítica gama Razr, aunque si por algo se conoce a la compañía en los últimos años es por una gama en concreto.
Hablamos de la gama Moto G, un puñetazo en la mesa que puso patas arriba el sector. Un dispositivo por menos de 200€ que ofrecía una experiencia de uso excelente, quien no se adaptó a esta nueva tendencia desapareció y quien lo hizo, tuvo que espabilar si quería seguir teniendo un lugar.
En aquella época estaba aún bajo el paraguas de Google, una relación que dio otros frutos tales como el Moto X o el Nexus 6. Pero la gama popular seguía siendo la Moto G, generación tras generación era el dispositivo a recomendar sin pensarlo.
Una filosofía que enamoró a los usuarios
Lo que ofrecía en la gama Moto G estaba transparente como el agua, un dispositivo asequible, que ofrecía una gran experiencia al usuario y actualizaciones del sistema. Hablamos de una época en la que pasar de una versión de Android a otra era casi una leyenda urbana.
Generación tras generación se mantenía dicha filosofía, teniendo algún que otro patinazo en la tercera generación. Si alguien te preguntaba que teléfono comprar, de los llamados buenos, bonitos y baratos, ese era el Moto G de aquel año.
El abandono de Google y la adquisición de Lenovo
Un movimiento por parte de la gran G, entendible por unos y odiado por otros, fue desprenderse de Motorola. Eso si, antes se quedó con todas las jugosas patentes y tecnologías, vendiéndole lo demás a Lenovo. Y ahí saltaron las alarmas.
Un cambio tan radical de dueño podría traer un replanteamiento de la filosofía de la marca. Sin embargo, para sorpresa de muchos, todo siguió más o menos igual para alivio de los usuarios y seguidores de la marca.
Seguían siendo la referencia en la gama media asequible, pero no lo tendrían fácil. En dicha gama la competencia ha ido creciendo exponencialmente, surgiendo rivales por todos los frentes posibles. Provocando que ya no fuera la primera elección a la hora de buscar un dispositivo y pensar en sus alternativas.
Quien pestañea, pierde
Si tu mayor referente se encuentra en una gama llena de rivales, existen dos opciones: evolucionar, ofreciendo lo mejor de ti o esconderte como un avestruz. Y en los últimos tiempos parece que Motorola a elegido la segunda opción.
Sus teléfonos seguían siendo buenos en relación calidad/precio, pero las actualizaciones empezaron a llegar con cuenta gotas. A lo que se añadirían algunos movimientos desconcertantes por parte de la empresa, detalles que quizá no tengan solución a largo plazo.
Un año 2017 que nadie entiende
Nos ponemos en situación, estamos en pleno MWC y nos encontramos con los nuevos Moto G5. Unos dispositivos que sin destacar en ningún aspecto, seguían cumpliendo en todo, por lo que volvían a ser candidatos al dispositivo recomendable del año.
Pero algo ocurrió que empezó a levantar sospechas, pocos meses después de su presentación nos llegó el «nuevo» Moto G5s. Una versión «renovada», básicamente añadieron la tan de moda cámara doble que se olvidaron poner en el Moto G5 original.
Hacer un movimiento de este tipo es arriesgado, ya que amplias tu abanico de opciones y también aumentas la carga de trabajo. Estamos hablando que, entre ambos dispositivos, se llevan menos de 5 meses. Habría que ver la respuesta de Motorola en el soporte.
El más popular en el olvido
La aparición de dos dispositivos tan similares provocó que nos encontráramos con ofertas de Moto G5 en su versión normal o plus, día si y día también. Genial para las ventas y para los usuarios, excepto por un detalle.
Mientras que a todos sus rivales iban llegando los parches de seguridad y la nueva versión de Android 8 Oreo. Los usuarios de Motorola veían que sus dispositivos seguían en Android 7.0 -Moto G5- y Android 7.1 -Moto G5s-. Quizá sería algo temporal, pensábamos algunos….
Pues no, querido lector, un año después ambos dispositivos siguen estancados en la misma versión de Android y una «futurible» actualización a Android Oreo que llevan meses en preparación. Todo esto con la aparición estelar del nuevo Moto G6, por si no eran pocos en una gama saturada.
Dejar abandonado un dispositivo no es bueno
Lo decíamos antes, si te encuentras en una gama en la que la competencia es elevadísima, debes dar lo mejor de ti. Es algo que observamos en los rivales, todos ellos actualizados a Android 8.1 Oreo y en lista de espera para Android 9.
Sin embargo, Motorola a publicado recientemente la lista de dispositivos que saborearán la última versión de Android y… no están los Moto G5/G5s. Hablamos de teléfonos que no llegan al año de existencia y ya se encuentran abandonados.
Estos movimientos lo único que hacen es señalarte como alguien a evitar en lo posible. Excepto que te den igual las actualizaciones y demás, pero existen grandes alternativas que si están cumpliendo con sus usuarios. Ofreciendo una experiencia satisfactoria, algo que el usuario suele corresponder a largo plazo.
Aún pueden rectificar
Decisiones como abandonar dispositivos con tan poco tiempo de existencia o el controvertido Motorola P30, un «homenaje» al iPhone X, liman la confianza de los usuarios. Pero aún pueden rectificar y volver a la senda que caracterizaba a la compañía y a sus usuarios.
Si desean seguir teniendo un nombre en la industria, deberían replantearse su filosofía de actualizaciones y hacer un repaso a lo que han sido. Dar un paso atrás, solamente para coger impulso y reinventarse, ofreciendo algo diferente y destacable. Motorola, tú antes molabas…