Ya tenemos entre nosotros los nuevos Google Pixel 3a y Pixel 3a XL. Unos dispositivos que vienen a recoger el testigo de los añorados Nexus, ofreciendo un perfecto equilibrio entre su precio y la inmejorable experiencia de uso diario que ofrecen.

Quizá para muchos la primera pregunta que les venga sea ¿Qué los diferencia de los Pixel 3 normales? y para otros más que una pregunta les habrá pasado por la cabeza la afirmación «Google habrá recortado en todo lo que ha podido». Pues para arrojar un poco de luz, ponemos frente a frente a toda la tercera generación de los Google Pixel.

Los nuevos Pixel 3a frente a los Pixel 3

De cierta manera el propio nombre usado para los nuevos Pixel nos da una pista de las diferencias. Al igual que usar una sencilla letra A en el nombre, algo sutil y discreto, poner los nuevos Pixel 3a al lado de los Pixel 3 originales nos permiten ver esas sutiles y discretas diferencias.

 

Un pequeño repaso por las especificaciones de uno y otro modelo nos da una idea de las diferencias. La principal y más notable es el uso del Snapdragon 670 en detrimento del potente Snapdragon 845. Luego encontramos pequeños detalles aquí y allí.

El almacenamiento máximo de los nuevos Google Pixel 3a está limitado a 64GB, dejando los 128GB para los Pixel 3 normales. En el apartado fotográfico perdemos el sensor delantero dedicado para fotos en grupo. O pequeñas ausencias como la carga inalámbrica y resistencia al agua, pero ganamos el jack de audio.

Misma esencia, diferenciándose en detalles

Vista las diferencias entre los nuevos Google Pixel 3a y los Google Pixel 3, podemos observar que han recortado de una manera bastante inteligente. Ya que ofrecen los pilares que sustentan a la familia Pixel de Google, eliminando de la receta aspectos que no afectan al resultado final.

Elegir un SoC como el Snapdragon 670 era necesario para ahorrar costes, pero no significa que hayan recortado en la experiencia de uso. Si alguien sabe exprimir el hardware para ofrecer lo mejor, esa es Google ya que conoce la manera de funcionar internamente del sistema Android.

Mantener la cámara principal y todas sus bondades es quizá uno de los grandes reclamos de los nuevos Pixel 3a. Si, hemos perdido el sensor para selfies en grupo pero mantenemos la característica que más usamos a diario en un smartphone, su cámara principal.

Otro de los ases guardados por parte de Google ha sido la incorporación del jack de audio, un pequeño detalle que a los usuarios a los que va dirigido puede resultar muy importante. No solo ha eliminado lo «prescindible» ahorrando costes, sino que además Google ha añadido o mantenido aspectos esenciales.

Todos estos pequeños cambios hacen que sigamos disfrutando de toda la experiencia de un Google Pixel, quizá en tareas muy exigentes podamos notar la diferencia. Aunque sabiendo que los nuevos Google Pixel 3a parten desde los 399€ podemos decir que tenemos mucho Pixel por poco dinero.