Estamos en una de las semanas más importantes a nivel tecnológico, económico y político de los últimos años. La decisión del gobierno estadounidense de poner a Huawei en una suerte de lista negra ha hecho temblar los cimientos de la industria.
El veto de la administración de Donald Trump ha hecho que la firma china tenga un futuro más bien negro en la tecnología de consumo, pero las últimas declaraciones del presidente estadounidense en una rueda de prensa han abierto una puerta a la salvación de Huawei, aunque también abren otras incógnitas.
Trump abre la puerta a eliminar a Huawei de la lista
En un evento en el que el presidente anunciaba ayudas a los agricultores afectados por la guerra comercial, un periodista le preguntaba a Donald Trump por el veto a Huawei. Podéis escucharlo en el vídeo a partir del minuto 40:55.
Por si no entendéis inglés, os lo transcribimos aquí. Y sí, es tan ilógico como parece.
- Trump: Huawei es algo muy peligroso. Mira lo que han hecho desde el punto de vista de seguridad, desde el punto de vista militar, es muy peligroso. Por lo tanto, es posible que Huawei incluso se incluya en algún tipo de acuerdo comercial. Si hiciéramos un trato, podría imaginarme que Huawei posiblemente estaría incluido de alguna forma, como parte de un acuerdo comercial.
- Periodista: ¿Cómo se vería eso?
- Trump: Se vería muy bien para nosotros.
- Periodista: Pero la parte de Huawei, ¿cómo se explicaría eso?
- Trump: Oh, es muy pronto para decir nada. Simplemente estamos muy preocupados por Huawei desde un punto de vista de seguridad.
Trump usa a Huawei como arma de presión
No tiene mucho sentido que Trump insinúe que Huawei es una empresa peligrosa desde el punto de vista del espionaje para acto seguido decir que estarían abiertos a dejar que se incluyera en un acuerdo que les sea beneficioso.
O bien estás preocupado por lo que Huawei está haciendo o bien estás marcándote un farol de proporciones épicas. Y el problema es que si se demuestra que es esto último, todo el ecosistema empresarial mundial debería revisar su estrategia de depender de empresas estadounidenses dado que un giro aleatorio de su gobierno pondría en riesgo su supervivencia.
Esto explicaría por qué China no ha respondido
En los últimos días muchos nos hemos preguntado por qué guarda silencio el gobierno de Pekín. Cada vez parece más claro que China sabe que esto es un órdago de Donald Trump y que simplemente tienen que negociar para obtener un acuerdo lo mejor posible.
Incluso tienen un plazo de 90 días para que no haya que hacer modificaciones sustanciales pero aún así la imagen que proyecta al mundo es que Trump puede controlar mucho más allá de sus fronteras, incluso en potencias tan grandes como China.
Un daño irreparable a Huawei
Pero incluso aunque en las próximas semanas este acuerdo entre China y Estados Unidos tuviera lugar y en él se incluyera a Huawei, el daño a la empresa es irreparable. Cientos de miles de compradores dudarán a la hora de adquirir un terminal, sobre todo porque podrán optar por muchas otras marcas con precios similares, con prestaciones similares y con diseños similares.
Huawei ha sufrido, y sigue haciéndolo, de una manera que pocas veces hemos visto en una tecnológica. Sus ejecutivos han respondido de manera muy comedida, pidiendo que no se creen nuevos muros entre países y empresas.
Las empresas estadounidenses son víctimas también
Tengo meridianamente claro que, pase lo que pase, Huawei seguirá desarrollando su propio sistema operativo, que aumentará la inversión en su departamento de procesadores para en un futuro cercano no depender de ninguna empresa (o al menos de ninguna que no sea China).
Otras corporaciones como Samsung seguro que han tomado nota de lo que puede pasar si dependen de firmas como ARM o Google, y tampoco me sorprendería que avanzaran en la creación de sistemas operativos propietarios y mejoraran sus propios chips.
Lo que parece claro es que, pase lo que pase con el acuerdo de comercio entre China y USA, esta semana dejará una huella marcada en el panorama tecnológico de la que nos acordaremos durante los próximos años.