Este año 2019 será recordado, entre otras cosas, por la mala relación en términos comerciales entre los dos países más importantes del mundo, Estados Unidos y China. A lo largo de los meses hemos ido viendo movimientos que mostraban las fuertes discrepancias de ambos gobiernos en la relación que tenían a nivel económico.
Trump «ordena» a las empresas de EEUU salir de China en plena guerra comercial
Desde que Trump llegara al poder ha recriminado a China que vendiera más productos de Estados Unidos de lo que compraba, creando un déficit comercial. Esto es normal en las relaciones entre países pero al presidente le parecía insostenible la relación actual.
Así, se empezaron a declarar aranceles a ciertos productos para que no rentara tanto comprarlos a China y el gigante asiático ha ido respondiendo de la misma forma.
Una tregua fantasma
En esa situación estábamos cuando llegó la cubre del G20 de principios de verano, donde Xi Jingping y Donald Trump se reunieron para intentar calmar los ánimos. Y parecía que había sido el caso, con el anuncio informal de Trump de eliminar las limitaciones para Huawei a la hora de hacer negocios con las empresas americanas.
Pero en las últimas semanas diversos acontecimientos han llevado a un recrudecimiento de las actuaciones y a la imposiciones de nuevos aranceles por parte de ambos bandos.
Trump estalla… en Twitter
Como muchas otras veces, el presidente estadounidense ha publicado en su cuenta de Twitter varios mensajes atacando a China, aunque en esta ocasión parece que ha ido un paso más allá.
Nuestro país ha perdido, estúpidamente, billones de dólares con China durante muchos años. Han robado nuestra propiedad intelectual a razón de cientos de miles de millones de dólares al año, y quieren continuar. ¡No dejaré que eso suceda! No necesitamos a China y, francamente, estaríamos mucho mejor sin ellos. Las enormes cantidades de dinero hechas y robadas por China de los Estados Unidos, año tras año, durante décadas, DEBERÁN DETENERSE. Se ordena a nuestras grandes compañías estadounidenses que comiencen inmediatamente a buscar una alternativa a China, incluyendo traer sus empresas a CASA y fabricando sus productos en los Estados Unidos. Responderé a los aranceles de China esta tarde. Esta es una GRAN oportunidad para los Estados Unidos. Además, estoy ordenando a todos los operadores, incluidos Fed Ex, Amazon, UPS y la Oficina de Correos, que BUSQUEN Y RECHAZEN todas las entregas de Fentanilo desde China (¡o de cualquier otro lugar!). El fentanilo mata a 100,000 estadounidenses al año. El presidente Xi dijo que esto se detendría, pero no lo hizo. Nuestra economía, debido a nuestras ganancias en los últimos dos años y medio, es MUCHO más grande que la de China. ¡La mantendremos así!
En una serie de cuatro tuits el presidente ha indicado a las empresas que empiecen a buscar alternativas a los negocios que realizan con China, a las compras y ventas que allí se realizan.
Un problema para la economía
Las declaraciones de Trump y las decisiones de imposición de aranceles han hecho que las bolsas caigan a nivel mundial, especialmente las estadounidenses. Por ejemplo Apple ha perdido un 5% de su valoración en bolsa y otras empresas no han quedado mejor.
Las grandes tecnológicas ante un grave dilema
Uno de los motivos que Trump esgrime cuando habla del robo intelectual de China Estados Unidos hace referencia a la política china que obliga a las empresas extranjeras a asociarse con empresas locales y transmitir parte de sus conocimientos.
Obviamente esto no es algo obligatorio, salvo si quieres hacer negocios en China y, debido a los costes bajo al principio y a la fuerte cualificación en fabricación electrónica luego, es algo que cualquier empresa del mundo quiere hacer.
Las firmas como Apple, Qualcomm o Microsoft verán cómo sus dispositivos son mucho menos competitivos a nivel de precio si tienen que fabricarlos no ya en Estados Unidos, como quiere Trump, sino en otros países como Vietnam o la India, porque aún no tienen la infraestructura suficiente.
Esto podría beneficiar a gigantes como LG o Samsung, que pueden fabricar en China y a la vez licenciar tecnología estadounidense.
Una situación que está lejos de terminar
Lo peor es que no parece que esta situación se vaya a reconducir a medio plazo y eso nos afectará a todos como usuarios, en especial como usuarios de dispositivos electrónicos.