Los rumores llevaban unos días circulando y todo parecía apunta a que serían ciertos. Y así es. Google ha confirmado la adquisición de la empresa de wearables por nada menos que 2.100 millones de dólares. Está claro que Google piensa que aún hay negocio en este sector del mercado y no quiere que se lo lleven otras empresas.
Fitbit buscaba comprador
Aunque no era oficial, se especulaba con que Fitbit se había puesto en contacto con analistas y firmas de inversión para buscar un comprador a la empresa.
La compañía, que aún hoy ostenta una buena posición en el mercado de los wearables, sabía que no podía hacer frente a la entrada de firmas como Xiaomi a nivel internacional y a la vez seguir peleando con Apple en la gama alta.
Google compra Fitbit, era el movimiento lógico
Por su parte, Google ha demostrado que el que lo haya hecho bien en smartphones no implica que pueda hacerlo bien en todos los sectores. El de las tablets es un ejemplo. Es por eso que la compra de Fitbit tiene sentido, al llevarse todo sus ingenieros y equipo además de una marca que aún tiene cierta tracción.
Fitbit podría ser el siguiente Nest
Esta compra recuerda más a la de Nest que a la de Motorola. Con Fitbit, Google puede ampliar el ecosistema de productos y vincularlos a los dispositivos inteligentes del hogar, lo que tiene con Nest, además de integrarlo de forma más avanzada en Android, con aplicaciones como Google Fit. Eso sí, Google ha querido dejar claro desde el principio que los datos de Fitbit no se usaran para su red de anuncios personalizados. Ya veremos.
Está claro que veremos cambios en el portafolio de la empresa, que recientemente ha presentado un reloj que integraba Spotify… y Alexa. Esta claro que esta adquisición hará que el ecosistema de aplicaciones de Google, como Youtube Music o su asistente, sean los que predominen en los nuevos dispositivos de la compañía.
Además, esto encaja dentro de la estrategia de Google, que recientemente compró parte de Fossil para, supuestamente, crear un smartwatch híbrido. Aún no ha quedado claro si se mantendrá la marca, como se hizo con Nest, o si desaparecerá engullida dentro de Google.