Hasta hace poco, Huawei era de las marcas móviles con mayor presencia en España, pero en 2019, el veto de Donald Trump puso a la compañía en serios aprietos, impidiendo conseguir permisos para utilizar los servicios de Google en los nuevos móviles, así como otras restricciones.
Conforme han finalizado las elecciones estadounidenses y Joe Biden se ha convertido en el nuevo presidente de los Estados Unidos, muchos dieron por hecho que la situación para Huawei volvería a la época previa al veto. ¿Pero finalmente será así? De momento no parece que sea tan claro, pero la administración Biden parece estar dando los primeros pasos.
Huawei podría recuperar los servicios de Google, pero aún no hay garantías
Tras la toma de posesión de Biden, su equipo ha comenzado a trabajar para garantizar lo mejor de los Estados Unidos. Además de sus propias promesas electorales, la administración Biden tiene como desafío revisar algunas de las decisiones más polémicas de su predecesor, estando entre ellas el veto a Huawei que impide al gigante chino negociar con compañías estadounidenses.
¿Van a permitir a Huawei volver a comerciar con Google y otras compañías? Aunque no hay respuesta definitiva, parece que si que van a revisar el veto. Gina Raimondo, actual gobernadora de Rhode Island y candidata a dirigir el departamento de comercio de los Estados Unidos, fue consultada por el senador Ted Cruz acerca de mantener a Huawei en la lista negra.
Gina aseguró que revisará la política y consultará al propio senador, a la industria y aliados para hacer una evaluación sobre qué será mejor para la seguridad y economía estadounidense, y a partir de ahí tomar una decisión. Esto no deja garantías de que la situación cambie a favor de Huawei, pero al menos parece que habrá una evaluación mucho más racional.
Ya hace unos meses consultamos a Huawei sobre su futuro, y pese a que no comentaron nada acerca de lo que esperaban del cambio de gobierno estadounidense, si que dejaron claro que su destino no dependería de nadie más que no fueran ellos mismos, dejando la puerta abierta a los servicios de Google en el caso de que vuelvan a estar disponibles, pero sin dejar de invertir en su ecosistema de servicios móviles propio.