La gran G finalmente rescató este mismo año, a principios, a las Google Glass para continuar con el proyecto y así darle una salida final. Una que no fue finalmente obtenida debido a una serie de fallos que conllevaron la sabia decisión de no sacarlos al mercado. Unas gafas dedicadas a la realidad aumentada que sorprendieron en su momento, pero que se quedaron en simplemente un dulce sueño.

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Las dudas razonables sobre las Google Glass

Vía 9to5Google sabemos que un ingeniero de software que trabajó en las Google Glass y Clips, ha compartido las dudas fatales de ambos productos, al igual que las discusiones internas para intentar encontrar un sitio a este tipo de accesorio.

Warren Craddock fue ingeniero senior de software especializado en el diseño de la cámara para los 16 meses que duró el proyecto. Ha compartido algunos detalles con los que se puede entender porque finalmente este dispositivo no apareció en el mercado para el usuario común; aunque sí que llegó a terceros para que pudieran probar su experiencia.

La primera de las dudas que se generó sobre este accesorio fue que no le encontraron una utilidad cierta. Es decir, que incluso con todo tipo de ideas y esfuerzos, no hallaron una situación en la que las Google Glass fueran indispensables. Es decir, que lanzar un producto al mercado que no se centre en una necesidad en concreto, y que sea demandada por el gran público, fue una de las dudas de mayor peso.

Con una app que realmente no exprimiera las Glass, Google se tuvo que echar marcha atrás para pensar bien su lanzamiento al mercado. Se puede entender perfectamente con una pantalla de 640 x 360 píxeles para ser bien pequeña y ubicada de una forma peculiar sobre el ojo.

Comandos como "Ok, Google, ¿cuál es la altura de la Torre Eiffel?" fueron utilizados como una gran idea inicial, pero no tuvieron la relevancia necesaria para otorgar a este dispositivo de una salida sostenible al mercado.

Otra razón de peso para quizás sacarlas al mercado

Por otro lado, también cojeaban con el "look" del usuario que las llevaba puestas, para ser poco estéticas, y como finalmente se encontraban siempre sobre la mesa siendo cargadas de forma casi infinita.

Otros de sus puntos flacos que, incluso siendo conscientes de los mismos, no fueron capaces de impedir que Google desistiera en buscar alguna razón importante para seguir con el proyecto en pie. Es decir, que durante bastante tiempo Google siguió erre que erre con su empeño en sacarlas al mercado.

Pero sí que finalmente, y buscando un objetivo a nivel industrial, con su Enterprise Edition, se encontrara una razón para lanzarlas. Hay que mencionar que sí que las Google Glass originarias tuvieron parte de culpa para que los Nexus y Pixel tuvieran esa fotografía computacional que les ha servido para ser el mejor terminal para tomar fotos; sobre todo las últimas series. Y es que ese trabajo dado en la fotografía computacional tenía como un objetivo mejorar las fotos de las Google Glass.

Así es parte de la historia que dio lugar a que finalmente estas gafas de realidad aumentada no llegaran al mercado; como bien seguro otros tantos productos que se han quedado a medio camino por parte de Google.

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