No mentimos cuando decimos que, hoy en día, los coches son básicamente smartphones con ruedas. No lo decimos sólo por la gran cantidad de funcionalidades, o porque estén cogiendo lo peor de los móviles; también por las funciones basadas en Inteligencia Artificial que están ganando.
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Pero mientras que en un móvil la IA se usa para mejorar nuestras fotos o para encontrar el restaurante que buscamos, en un coche la IA es capaz de conducir el propio vehículo. Y dentro de poco, lo veremos en España.
Ciudades españolas con coches robot
Mobileye es una de las compañías líderes en el desarrollo de coches autónomos; propiedad de Intel (sí, la de los procesadores de ordenador), ha desarrollado varias soluciones para añadir funciones autónomas a coches ya existentes. Goggo Network, la empresa de movilidad autónoma tal vez más famosa por sus fundadores (Martin Varsavsky y Yasmine Fage) ha confirmado que usará esa tecnología en su próximo proyecto.
El objetivo es añadir una flota de 40 vehículos autónomos de nivel 4, que se dedicarán principalmente a operaciones comerciales de reparto; en otras palabras, son furgonetas inteligentes, capaces de llevar nuestros paquetes de un punto a otro. Para empezar, se desplegarán en Madrid, Zaragoza, Málaga, Barcelona y París, pero con la intención de expandirse al resto de Europa posteriormente.
Y es que no hay ninguna duda de que esta tecnología aún está en su infancia, pese a que ya llevemos años escuchando la promesa de los coches autónomos. Por eso, estos vehículos en realidad llevarán un conductor, que se encargará de tomar decisiones rápidas si el sistema no es capaz; pero después de los primeros meses de 2023, y cuando ya se haya validado la seguridad del sistema, el plan es que estos vehículos vayan sin conductor por las ciudades.
Autonomía de nivel 4 en España
La autonomía en vehículos se divide en cinco niveles, dependiendo del control que el sistema tenga sobre el coche y la necesidad de intervención humana. Muchos coches actuales ya están en el nivel 2, que incluye ayudas a la conducción como el mantenimiento de carril o el control de velocidad; algunos incluso tienen tecnología de nivel 3, que toma el control en autopistas.
El nivel 4 está muy cercano a lo que podríamos llamar “autonomía total”, pero sólo en entornos controlados; por eso, principalmente se están usando en transporte público como taxis. La gran diferencia respecto al nivel 5 está en la capacidad de ir simplemente a donde queramos sólo con marcarlo en el mapa, lo que supone un gran salto en tecnología.
El sistema de nivel 4 usado por Goggo Network se llama Mobileye Drive, y en realidad lleva desde el año pasado disponible de manera comercial para empresas. Consiste en un conjunto de cámaras, aunque la principal es una gran angular instalada en el parabrisas y que es la que obtiene la imagen que envía al procesador Eye Q, que la procesa y detecta objetos como peatones, otros vehículos, señales de tráfico y más.
Cada 27 milisegundos se realiza el cálculo de la posición y la distancia del vehículo. También llama la atención la gigantesca tablet que se instala en el salpicadero y que muestra información sobre el entorno y las decisiones que tomará el coche, y que serán usadas por los conductores iniciales.
Sin embargo, todo esto requerirá todos los permisos y licencias necesarios, algo a lo que la compañía se compromete. En Europa, este tipo de pruebas no son tan comunes precisamente por esta razón.
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