La Unión Europea nos va a salvar de las suscripciones en los coches como las de los móviles

La industria del automóvil ha encontrado una nueva manera de hacernos pagar por los ‘extras’: las suscripciones en los coches. Inspirados en las suscripciones de apps que ya tenemos en el móvil, como las de Netflix o las de Office, por ejemplo, los fabricantes pretenden que paguemos mensual o anualmente por funciones que antes se pagaban sólo una vez.

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Mereces-Benz es una de las marcas que más está apostando por este esquema, como demostró cuando presentó un sistema para aumentar la potencia del coche sólo con entrar en una página web y hacer el pago correspondiente.

Las suscripciones en coches, ilegales en la UE

Sin embargo, los usuarios europeos de los Mercedes EQ no podrán acceder a esta funcionalidad, tal y como han confirmado en Carscoops y en Top Gear NL, donde han publicado las declaraciones de un representante de la compañía.

Resulta que, aunque en los Estados Unidos no hay problema para ofrecer algo así, en la Unión Europea este sistema sería ilegal; el representante de Mercedes-Benz alude a “asuntos legales” que impiden la implementación de un servicio de suscripción semejante.

Los Mercedes-Benz EQ podrán cambiar con actualizaciones de software Mercedes-Benz

Hay que aclarar que la clave está en que Mercedes-Benz quiere cobrar por estas funciones adicionales; no pasaría nada si, por ejemplo, las ofreciese de manera gratuita. Muchos fabricantes ya están mejorando sus coches con actualizaciones OTA como las de los móviles, que añaden nuevas características y sí, también incluyen nuevos modos de conducción que mejoran la potencia o la autonomía.

Las actualizaciones de coches son perfectamente legales, siempre y cuando sean gratuitas o supongan un pago único como los de los extras que podemos añadir al coche. La idea es que, cuando compremos el coche, sepamos exactamente qué es lo que estamos comprando y por cuanto, sin costes ocultos que encarezcan el vehículo.

En cambio, el sistema de Mercedes EQ supone que el usuario tendría que acceder a la página web y pagar más (1.200 dólares al mes, concretamente) por acceder a algo que ya está en el coche cuando lo compramos, esa potencia adicional. Con esa lógica, la suscripción de BMW por los asientos con calefacción tampoco estaría permitida, pero en su caso también tenía la opción de hacer un pago único.

Está por ver cómo afectará esto a los fabricantes, y si la ley cambiará próximamente conforme más modelos reciban este tipo de funcionalidades opcionales.

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