Aunque el streaming no es una tecnología nueva, es en estos años cuando se ha convertido en algo extremadamente popular. Una de las plataformas de streaming más populares en el mundo es Netflix, que cuenta con más de 200 millones de suscriptores en todo el mundo. Aunque la empresa ha tenido éxito en atraer a una gran cantidad de usuarios que no estaban acostumbrados a pagar por ver películas y series, se enfrenta a un gran problema por su nueva política de evitar el compartir cuentas.

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Netflix ha crecido, en gran parte, por poder compartir cuentas

Podríamos explicar qué es la compartición de cuentas de Netflix, pero seguro que no es necesario porque el lector de este artículo es muy probable que lo haga, siendo el que presta las credenciales, o el que las recibe prestadas. Esto es conveniente para algunas personas, especialmente aquellas que tienen amigos o familiares que viven lejos, pero se ha vuelto tan popular que se ha convertido en un problema para Netflix.

Los precios de este servicio no eran especialmente altos en sus inicios, pero poco a poco, sin pausa, los ha subido en casi todo el mundo. Esto ha hecho que cada vez más personas opten por compartir cuentas y, así, compartir gastos.

Netflix dice basta

Una de las principales razones por las que Netflix ha empezado a limitar la compartición de cuentas es porque afecta su modelo de negocio. La empresa se financia principalmente a través de suscripciones, por lo que cada vez que una cuenta es compartida con otras personas, esto significa menos ingresos potenciales para la empresa.

En los últimos meses hemos visto movimientos que intentan hacer que los ingresos se dividan entre las suscripciones y la publicidad, con una nueva tarifa que incluye anuncios a cambio de un precio menor en la cuota mensual.

El problema es que, en Internet, la gente está acostumbrada a usar servicios gratuitos con publicidad o servicios de pago sin ella, pero no se suelen ver servicios de pago que, además, incluyen anuncios.

El peligro de las bajas del servicio

Netflix se enfrenta a una posibilidad que, hasta hace poco, nadie se planteaba: darse de baja del servicio.

El aumento de precio ya empezó a echar gente atrás a la hora de pagar mensualmente por una plataforma que había dejado de ser la única opción en países como España. El precio de la tarifa completa para poder ver vídeos en 4K llega a los 18 euros al mes, muy superior a lo que cuestan HBO Max, Filmin, Apple TV+, Prime Video o Disney+. De hecho, con lo que cuesta esa tarifa de Netflix un usuario podría darse de alta en HBO Max y Disney+ a la vez.

Ahora se empieza a romper uno de los motivos por los que la gente no se daba de baja: poder compartir los gastos.

Netflix quiere que cada vez más gente se dé de alta, pero lo hace en un momento de extrema competencia, con plataformas como HBO Max o Filmin realizando promociones con las que podríamos tener sus servicios por 5 euros al mes durante toda la vida.

Incluso Amazon Prime Video o Disney+ ofrecen descuentos anuales, algo que Netflix no hace.

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Los usuarios mandan

Quizás Netflix esté muy segura de la relevancia de su catálogo, pero en los últimos meses sólo Miércoles y la cuarta temporada de Stranger Things se han convertido en fenómenos mundiales.

Y sus competidores también los tienen, como ha demostrado Amazon con Los anillos de Poder, HBO Max con Danza de Dragones y Disney+ con sus poderosas franquicias, sobre todo Marvel y Star Wars.

Si el catálogo de Netflix vuelve a ofrecer la calidad que tenía en sus inicios es posible que los usuarios acepten pagar más por poder acceder a él, pero si no es así, si se sigue apostando más por la cantidad que por la calidad, entonces Netflix va a tener difícil justificar que la gente pague por su producto en vez de hacerlo por el de la competencia.

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