El año pasado os conté en varios artículos cuánto me había costado poner la instalación fotovoltaica de mi casa, así como el ahorro que suponía, al menos en los primeros meses, que se correspondían a la primavera.

Las cifras de la primavera supusieron un ahorro de más de un 60%, pasando aproximadamente de 80 euros al mes a unos 30, aunque obviamente variaba.

En verano el ahorro fue mucho mayor, con facturas que implicaban un 80% de ahorro en ocasiones, y con alguna factura de 0 euros. Pero la peor época para una instalación fotovoltaica es sin duda el invierno, con una menor radiación solar, días más nublados, lluvia... Por eso he querido preparar este artículo en el que os cuento cuál ha sido mi experiencia en los meses de invierno.

Diciembre, enero y febrero

Aunque el invierno de este 2022 va del 21 de disiembre al 20 de marzo he querido empeorar las cifras adrede. He cogido el período que va del 1 de diciembre al 1 de marzo.

Esto, como digo, empeora las cifras porque el sol en Sevilla en los primeros 20 días de diciembre es mucho menor que el que hay en los primeros 20 días de marzo.

Diciembre

Factura de diciembre

En el mes de diciembre la factura de la luz ha sido de 56,53 euros, aunque hay que sumarle 5 euros de un descuento que se me aplicó, que no quiero contabilizar para intentar asemejar el cálculo lo más posible a un escenario común.

En total, 61,53 euros, que hubieran sido 15,74 euros más si no hubiera tenido excedentes solares. Es decir, el ahorro vendiendo luz ha sido de 15,74 euros.

Gráfica de diciembre

A eso hay que sumar el ahorro del gasto de este mes, la energía usada desde las placas, que es de 126,49 kWh, lo que supone un 25,37% del total que he gastado.

Es decir, que el precio de la energía pagado este mes, de 56,58 euros, hubiera aumentado en unos 18.56 euros más.

[El precio de las placas solares: mi experiencia con presupuestos, consumos, ahorro y más]

Esos 18,56 euros de ahorro por uso y los 15,74 euros de ahorro por venta de excedentes dan un total de 34,3 euros.

En resumen, mi factura de 61,53 euros (sin contar el descuento que he mencionado antes) hubiera sido de 95,83 euros. Esto supone un ahorro en diciembre de un 35,8 %.

Enero

Factura de enero

En el mes de enero la factura bajó a los 38,71 euros, aunque hay que sumarle 15 euros de un descuento que se me aplicó, que también eliminaré.

En total, 53,71 euros, que hubieran sido 14,51 euros más si no hubiera tenido excedentes solares.

Gráfica de enero

A eso hay que sumar el ahorro del gasto de este mes, la energía usada desde las placas, que es de 225,42 kWh, lo que supone un 28,21% del total que he gastado.

Es decir, que el precio de la energía pagado este mes, de 48,59 euros, hubiera aumentado en unos 19.09 euros más.

Esos 19,09 euros de ahorro por uso y los 14,51 euros de ahorro por venta de excedentes dan un total de 33,6 euros.

En resumen, mi factura de 53,71 euros (sin contar el descuento que he mencionado antes) hubiera sido de 87,31 euros. Esto supone un ahorro en enero de un 38,49%.

Febrero

Factura de febrero

En el mes de febrero la factura subió a los 52,67 euros, en este caso sin descuentos. Hubieran sido 26,61 euros más si no hubiera tenido excedentes solares.

Gráfica de febrero

A eso hay que sumar el ahorro del gasto de este mes, la energía usada desde las placas, que es de 247,7 kWh, lo que supone un 31,3% del total que he gastado.

Es decir, que el precio de la energía pagado este mes, de 60,66 euros, hubiera aumentado en unos 27,12 euros más.

Esos 27,12 euros de ahorro por uso y los 26,61 euros de ahorro por venta de excedentes dan un total de 53,73 euros.

En resumen, mi factura de 52,67 euros hubiera sido de 106,4 euros. Esto supone un ahorro en febrero de un 49,50%.

Conclusión

Instalación de placas solares de Cerámica Mayor.

Como veis, el ahorro en la factura de la luz en los meses menos favorables, al menos en mi localización, sigue siendo muy alto, de un 41,26% de media. En invierno.

Obviamente es to es sólo un caso de uso, no es extrapolable a otras latitudes, pero sí que nos demuestra que, aunque las placas solares tienen mucho más sentido cuando hay buen clima, incluso en escenarios desfavorables merece la pena echar números.