Hoy en día puede ser difícil distinguir entre un fabricante de smartphones y otro, especialmente si forman parte del mismo grupo; en esos casos, es común ver móviles idénticos en todos los aspectos excepto en el nombre. En un intento de destacar del resto, OPPO decidió en el 2021 que debía ofrecer algo ‘extra’ para sus móviles, y lo encontró con sus propios chips.

Así nació Zeku, una filial que en muy pocos años ha conseguido sorprender por la variedad de diseños que ha desarrollado; sus chips terminaron en los modelos punteros de OPPO, y su proyecto más llamativo fue sin duda alguna MariSilicon X, un chip diseñado para mejorar la fotografía, un aspecto cada vez más vital de los smartphones.

Esa bonita historia ha llegado a su fin de manera repentina. Hoy OPPO ha confirmado el cierre inmediato de Zeku en un anuncio extremadamente corto y que no se adentra en las circunstancias que han llevado a la decisión.

Según el South China Morning Post, hasta los propios empleados de OPPO se han sorprendido por un anuncio que no se esperaban, porque probablemente estaban ya diseñando los chips que llevarían los futuros modelos de Oppo. Algunos han descubierto la situación cuando el jueves les avisaron de que no iban a poder entrar en las oficinas al día siguiente, incluso si se habían dejado pertenencias personales. En la mañana del viernes, OPPO publicó el escueto anuncio, dando fin a una aventura de cuatro años.

Adiós a los MariSilicon

La única justificación que ha dado OPPO a la “difícil decisión” de cerrar Zeku está en las “incertidumbres en la economía global y el mercado de smartphones”, algo que nos suena mucho. Recordemos que las ventas de smartphones han caído en picado en los últimos trimestres, como resultado tanto de la situación económica mundial como de un hastío generalizado entre los usuarios, que ya no sienten la necesidad de cambiar de móvil cada año.

A esta noticia hay que sumar los rumores de que Oppo puede cerrar sus puertas en Europa, afectando al mercado español, si su pelea legal contra Nokia continua en su contra. Parece extraño decir que OPPO está en crisis, cuando se trata del cuarto mayor fabricante del sector, pero lo que está claro es que no todo es tan bonito como parecía.

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Para los consumidores, este es un serio golpe, ya que de repente perdemos la que podría haber sido una de las mejores alternativas a los grandes fabricantes. Los móviles OPPO seguirán llegando al mercado, por supuesto, pero ya no vendrán con los chips MariSilicon que mejoran la calidad de nuestras fotografías y dependerán de soluciones de otras compañías, probablemente de Qualcomm. Siempre es una mala noticia cuando el sector depende demasiado de un solo fabricante, aunque por ahora Qualcomm se haya puesto las pilas en sus últimos modelos de Snapdragon.

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