Es mayo de 2021. El Google I/O se celebra por primera vez en dos años, después de la cancelación de la edición del año anterior; es la primera vez que el mayor evento de Google se organiza de manera completamente virtual y sin audiencia. Como era de esperar, el éxito de Zoom ha motivado a Google a centrarse en las videollamadas y en nuevas maneras de comunicarse sin salir de casa o ir a la oficina.
De todas las novedades, la que más llamó la atención fue Project Starline, lo que Google presentó como el futuro de las videollamadas. Usando un efecto tridimensional, el objetivo era sentir como si estuviésemos hablando en persona con nuestro interlocutor, en vez de a través de una pantalla. Muy futurista, pero fue precisamente por eso que no esperábamos ver mucho más de este proyecto.
El mundo ha cambiado mucho desde entonces. Aunque las videollamadas siguen siendo importantes, ya no estamos pegados a Google Meet ni a Zoom como en el 2021. No nos hubiera extrañado que Project Starline hubiese sido cancelado sin explicación, como muchos otros pequeños proyectos de Google. Pero no, no ha sido cancelado.
El futuro de las videollamadas
Por algún motivo, y dos años después de su presentación oficial, Google nos ha recordado que Project Starline sigue en marcha, y ahora es incluso mejor. Project Starline se basa en el uso de una pantalla con efecto 3D y varios sensores situados a los lados, que registran la forma de nuestro cuerpo para transmitirla a través de Internet a la pantalla de nuestro interlocutor. El efecto tridimensional no se limita sólo al elemento visual, ya que también tiene altavoces con audio espacial para sentir cómo la voz viene exactamente del punto correcto.
La gran ventaja de Project Starline es que no necesita gafas de realidad virtual ni nada especial para funcionar, a diferencia de otros proyectos semejantes. Pero ¿funciona bien? El youtuber MKBHD ha tenido la oportunidad en primicia de probarlo, y sus impresiones son muy buenas.
Los ingenieros de Google han conseguido el efecto tridimensional que buscaban, y sólo con mover la cabeza (o en el caso del vídeo, la cámara) podemos darnos cuenta de que podemos ver partes de la persona que normalmente no veríamos en una pantalla 2D; como por ejemplo, si esa persona sostiene un objeto, podemos ver cómo es desde los mismos ángulos que si estuviésemos delante.
El nuevo prototipo de Project Starline trae mejoras que afectan al tamaño del dispositivo, que lo hace más factible para instalarlo en una habitación o sala de reuniones. Se han usado técnicas de Inteligencia Artificial para reducir la cantidad de cámaras necesarias para capturar imágenes desde varios ángulos y combinarlas en una representación 3D. Gracias a esto, dice Google, el resultado se parece más a un sistema de videoconferencia tradicional.
Por supuesto, aún queda mucho para crear un producto comercial a partir de esto, algo de lo que aún tenemos dudas; pero en el futuro, conforme esta tecnología se miniaturiza, no nos extrañaría que Google usase lo aprendido para crear móviles Pixel con pantallas 3D capaces de hacer videollamadas similares.