Para el usuario español medio, la nube puede ser algo aún misterioso y cuyas ventajas aún no están del todo claras; aunque si decimos que sólo con la nube pueden existir servicios como Spotify o YouTube, la cosa cambia. Gracias a la nube, es posible acceder a experiencias diferentes a las que son posibles con apps que funcionan de manera local.
Compañías como Microsoft no quieren parar ahí, y creen que será posible llevar toda la experiencia de nuestros dispositivos directamente a la nube; ya lo ha conseguido con Xbox Cloud Gaming, su servicio de juegos en la nube que permite jugar a los últimos títulos en el móvil, el ordenador o la consola, sin que estos dispositivos hagan ningún trabajo.
¿Y si eso fuese sólo el principio? Microsoft quiere llevar más partes de nuestra experiencia diaria a la nube, y eso incluye el mismísimo sistema operativo; en efecto, según un documento filtrado, la compañía está preparando una versión en la nube de Windows, accesible desde cualquier sitio con conexión a Internet.
El Windows en la nube
Estos planes se han descubierto gracias a los documentos que se han hecho públicos durante la demanda a la que se enfrenta Microsoft en los Estados Unidos por la compra de Activision Blizzard. Como parte de este proceso judicial, en el que la compañía se enfrenta a la Comisión Federal de Comercio (FTC por sus siglas en inglés), se han compartido unas presentaciones internas que revelan el estado de la compañía y algunos de sus planes de futuro, que hasta ahora eran secretos.
La presentación, con fecha de junio de 2022, explica que Microsoft está planeando crear un sistema Windows completo accesible desde cualquier dispositivo, que se ejecutaría en la nube usando la misma tecnología de Xbox Cloud Gaming. En concreto, el nuevo sistema se basaría en Windows 365, un servicio limitado a empresas y profesionales, que permite crear instancias de Windows accesibles desde cualquier dispositivo gracias a la nube. Es como tener un ordenador, al que es posible conectarse desde cualquier sitio con Internet para trabajar, programar, o implementar aplicaciones y servicios. Dependiendo de la cuota de suscripción pagada, el ordenador es más o menos potente, pero la experiencia es muy parecida a la de un ordenador Windows 11.
El plan de Microsoft consistiría en mover Windows 11 completamente a la nube, para que prácticamente ninguna parte del sistema se ejecute en nuestro ordenador. La gran ventaja que tendría esto es que el 'hardware' del ordenador sería muy barato y poco potente, ya que los programas se ejecutarían en los servidores de Microsoft; tal vez relacionado con esto, Microsoft también estaría desarrollando sus propios procesadores ARM, que gracias a su bajo consumo serían ideales para estos ordenadores básicos. Otra pista de los planes de Microsoft está en nuevas funciones lanzadas para Windows 365, como la posibilidad de encender nuestro ordenador y que cargue directamente la versión en la nube en vez de la versión local.
Windows 11 en la nube permitiría continuar usando el ordenador desde cualquier sitio, con una tablet, un móvil o un ordenador portátil, con los mismos archivos y programas que teníamos abiertos. También obtendríamos la misma experiencia con Windows Copilot, la Inteligencia Artificial basada en la misma tecnología que ChatGPT.