Cuando Google presentó el Pixel 6, inició una nueva era en la compañía, ahora como fabricante de dispositivos. Este móvil no sólo era, por primera vez en la marca Pixel, capaz de enfrentarse a las mejores alternativas del mercado; también era el primero que llevaba un procesador móvil creado por la propia Google.
Aunque el Tensor G no era, ni mucho menos, el primer chip diseñado por Google (de hecho, el nombre Tensor viene de unidades de procesamiento para servidores), sí que era la primera vez que la compañía se atrevía a dejar atrás a Qualcomm e iniciar su propio camino como fabricante de hardware.
Es por eso por lo que el Pixel 6 se puede considerar el primer móvil 'verdaderamente' de Google; con todo lo bueno y lo malo que conlleva. Y es que, aunque los procesadores Tensor G tengan varias ventajas respecto a los usados por móviles de la competencia, también siguen sufriendo de carencias importantes.
Nuevos chips de Google
La escasa experiencia de Google en el diseño de procesadores se nota demasiado, tanto en el Tensor G1 del Pixel 6 como en el Tensor G2 del Pixel 7; y con el Pixel 8, se esperan algunas mejoras de rendimiento, pero en ningún caso será un chip completamente diferente. Hasta ahora, Google ha podido competir gracias a las funciones basadas en Inteligencia Artificial, como algoritmos para la fotografía y la edición de imagen, para las que estos chips están diseñados; pero conforme el resto se pone a la altura, eso no será suficiente.
La clave para mejorar los Tensor G puede estar en el proceso de fabricación; y es que nacieron gracias a una alianza de Google con Samsung y por lo tanto, tienen mucho en común con los procesadores Exynos. Pero desde el principio, el plan era que esta fuese sólo una solución temporal, y que en el 2024 Google pudiese lanzar su primer procesador completamente personalizado y adaptado a sus necesidades; el nombre clave de este chip era "Redondo", y habría sido un "verdadero Tensor", por llamarlo de alguna manera. Sin embargo, el desarrollo de "Redondo" se retrasó demasiado, incluso después de que Google hiciese recortes en el diseño y las funcionalidades integradas. A eso hay que sumar que Samsung ya tiene sus propios problemas con los Exynos, que desde hace un par de generaciones ya no representan lo más puntero del sector.
Eso ha obligado a Google a buscar alternativas para desarrollar su propio chip desde cero, y según una filtración publicada por The Information, ya la ha encontrado. El desarrollo del nuevo procesador se ha transferido a TSMC (Taiwan Semiconductor Manufacturing Company), uno de los mayores fabricantes del sector y que, entre otras cosas, fabrica los chips usados por Apple en el iPhone. Su gran ventaja está en sus procesos de fabricación, habiendo iniciado ya la producción en 3 nanómetros y con el punto de mira ya en los 2 nm.
Lamentablemente, el traspaso se ha realizado tan tarde que es inevitable que el chip no llegue a tiempo para su fecha original. Por lo tanto, finalmente "Redondo" no llegará al mercado, sino que se usará como una base de pruebas para la siguiente generación de procesadores. El primer chip de Google fabricado por TSMC ahora se espera para el año 2025, y se llamará "Laguna". Estará basado en el proceso de fabricación de 3 nanómetros estrenado por TSMC, lo que se traducirá en una mayor eficiencia energética y un menor grosor.
Mientras tanto, Google ha cancelado varios chips de Tensor, que probablemente iban a ser usados en otros dispositivos de la compañía como un posible portátil Pixelbook; la división dedicada al desarrollo de ese nuevo modelo fue cerrada a finales del año pasado, posiblemente por los problemas de desarrollo del chip. Los dos próximos modelos de Tensor, el G3 que llegará con el Pixel 8 y el G4 del año que viene, seguirán siendo de Samsung, por lo que habrá que esperar para ver los frutos de esta decisión.