La inmensa mayoría de los juegos disponibles para Android en Google Play, especialmente si son gratuitos, usan una funcionalidad diseñada para sacar la mayor cantidad de dinero posible al jugador. Se llaman 'loot boxes', o cajas de botín, y su abuso ha sido asociado con el juego de azar, las apuestas y la adicción al juego, especialmente entre los menores.
En su día, las cajas de recompensa llegaron como un nuevo método de monetización en los juegos que tenía el potencial de mejorar el mercado. Por una parte, los jugadores podían obtener nuevo contenido a un precio reducido, pagando a cambio de 'abrir' unas cajas virtuales con contenido aleatorio; si tienen suerte, pueden obtener artículos muy raros y poderosos dentro del juego. Por otra parte, para los desarrolladores era una nueva vía de ingresos y una manera de ofrecer juegos gratis, que tienen más éxito en móviles frente a los juegos de pago.
Sin embargo, el abuso de esta práctica fue evidente desde el primer momento, con juegos que prácticamente obligan a pagar por las cajas virtuales para tener alguna oportunidad de jugar en condiciones, o desarrolladores que modifican las probabilidades de obtener los artículos para enganchar a los usuarios.
Limitaciones en 'loot boxes'
El problema de las 'loot boxes' se ha expandido, y ha pasado de afectar a unos pocos consumidores a tener un posible papel en el aumento de jugadores de apuestas, sobre todo entre los más jóvenes. Algunos países ya han tomado acciones, y en Bélgica y Holanda, las 'loot boxes' fueron directamente prohibidas al considerar sus gobiernos que no tenían beneficios para el consumidor; en cambio, el año pasado el ministro de Consumo del Gobierno de España, Alberto Garzón, presentó un ambicioso anteproyecto de ley para regular las 'loot boxes' que, por el momento, no se ha materializado en una ley concreta, aunque se planteó la posibilidad de pedir el DNI antes de comprar una de estas cajas virtuales.
Otra opción es que sea la propia industria la que tome medidas contra el abuso, y eso es lo que ha presentado Ukie, la organización que representa a las desarrolladoras de videojuegos en el Reino Unido. La propuesta presenta 11 nuevas guías que las compañías deberían seguir para proteger a los consumidores y a los menores de edad, pero sin perder los ingresos que representan estas ventas.
La medida más fuerte es la que impedirá el acceso a las 'loot boxes' a menores de 18 años; la industria desarrollará controles que restringirán el acceso a esta función a menos que se tenga el consentimiento de un padre o un tutor, y se iniciará una campaña de concienciación que intentará informar a los usuarios de que estos controles existen.
De la misma manera, los juegos tendrán que informar al jugador de que usan 'loot boxes' antes de la compra. Más llamativo es que los juegos tendrán que listar las probabilidades de que aparezca cada artículo antes de comprar una caja de botín. Otras medidas implican facilitar la devolución del dinero y luchar contra el mercado negro que se ha formado alrededor de esta función.
Está por ver si estas medidas serán suficiente para cambiar un sector 'adicto' a los ingresos de las 'loot boxes', y si se aplican en otros países como España, si convencerá al gobierno de que no es necesaria una mayor regulación.