Es fácil olvidar que, cuando los primeros ordenadores Chromebook llegaron al mercado, fueron toda una revolución en el sector de los ordenadores portátiles, tanto por concepto como por ejecución. Eran portátiles muy baratos en un momento en el que era difícil encontrarlos, pero, sobre todo, destacaban por su apuesta completa por la Web.
La idea de Google era que íbamos a dejar de usar programas instalados localmente en el ordenador, y que todo se iba a hacer a través de páginas web; así que lo lógico, desde su punto de vista, era que el navegador fuese el centro de toda la experiencia. Así nació ChromeOS, un sistema operativo en el que lo único que usábamos era el navegador.
El concepto de ChromeOS era revolucionario, pero eso también significa que era difícil adaptarse; muchos compradores de Chromebooks esperaban poder instalar apps, pero a efectos prácticos, sólo tenían una: Chrome. Con el paso del tiempo, Google ha ido reculando, implementando más partes propias de un sistema operativo normal; ya permite incluso instalar apps de Android y de Linux como si fuesen nativas, gracias a que el sistema estaba basado en primer lugar en Linux.
ChromeOS cambiará completamente
Ahora, Google se prepara para dar el siguiente paso: separar Chrome de ChromeOS. Algo que parecía imposible, pero que llegará muy pronto a juzgar por la documentación de ChromeOS 116, cuyo lanzamiento se espera para finales de este mismo agosto. En el texto, Google confirma que ha implementado dos nuevas opciones ocultas para 'independizar' a Google Chrome del resto del sistema operativo.
El resultado de este cambio se llamará 'Lacros', una versión del navegador que no forma parte integral de ChromeOS y por lo tanto, funciona de manera más parecida a las versiones de Windows y Linux, por ejemplo. A efectos prácticos, para el usuario no supondrá una gran diferencia, pero supondrá un gran cambio a nivel interno que se traducirá en importantes mejoras, especialmente en lo que respecta a la seguridad.
Y es que la principal motivación tras este cambio está en el hecho de que un simple fallo de Chrome podía tener consecuencias desastrosas en ChromeOS. Si un 'hacker' conseguía acceder a nuestro navegador, de manera práctica también tenía acceso a muchas partes del sistema operativo, y el daño que podría hacer es mucho mayor. Al separar el navegador del sistema, como ocurre en Windows, las consecuencias en caso de ataque serían mucho más limitadas.
Otra ventaja es que permitirá usar los Chromebooks durante más tiempo, incluso si han perdido el soporte. Si nuestra versión de ChromeOS es tan vieja que ya no recibe actualizaciones, es perfectamente posible que sigamos recibiendo nuevas versiones del navegador Chrome, ya que se actualizará por separado.