En apenas dos años de vida, Nothing ha conseguido dejar su marca en el mercado. Desde su primer producto, unos auriculares inalámbricos, hasta el móvil Nothing phone, la compañía fundada por Carl Pei ha dejado claro que las cosas se pueden hacer de manera diferente. Estos primeros dispositivos estaban dirigidos a un tipo de usuario que prioriza el diseño y las funciones exclusivas.
Sin embargo, por su propia definición eso implica que Nothing es algo exclusiva y no es propia para todo el mundo; y eso es un problema si quiere alcanzar un cierto volumen en ventas. Así nace su nueva marca, CMF, con la que pretende apuntar un poco más bajo con dispositivos más accesibles, pero que mantienen algo de originalidad.
Hoy, Nothing ha organizado el lanzamiento mundial de la marca CMF con tres productos; aunque ninguno reinventa la rueda, todos tienen algo especial y sobre todo, son accesibles y baratos.
CMF by Nothing
El dispositivo más llamativo de la nueva gama es, sin duda alguna, el reloj inteligente CMF Watch Pro. Puede parecer extraño que el primer smartwatch de Nothing no vaya a salir bajo su nombre, pero tiene sentido; esto demuestra que la gama de CMF no está compuesta simplemente por dispositivos de Nothing ‘recortados’ o limitados de alguna manera, como hacen otras marcas.
De hecho, el CMF Watch Pro tiene algunas características muy interesantes, como las llamadas de teléfono. Al igual que otros relojes, cuenta con un micrófono y un altavoz integrados que, al conectarse al smartphone por Bluetooth, permite recibir y hacer llamadas sin sacar el móvil del bolsillo. Lo interesante es que Nothing ha implementado su tecnología de Inteligencia Artificial para la cancelación de ruido, lo que debería hacer que las llamadas se entiendan mejor incluso si vamos andando por al calle.
Por lo demás, parece un reloj competente, con una pantalla AMOLED de 1,96 pulgadas y una batería de 340 mAh que promete hasta 13 días de uso. Cuenta con GPS integrado, por lo que es capaz de registrar ejercicios sin necesidad de móvil; para ello, cuenta con 110 modos de deporte, además de varias funciones relacionadas con la salud como detección de ritmo cardíaco, sueño, estrés y oxígeno (SpO2).
Como no podía ser de otra manera, el diseño es importante en CMF, y en el Watch Pro eso se demuestra con un chasis de aleación de aluminio, con resistencia al agua IP68 y varias esferas personalizadas. La pulsera se puede conseguir en un llamativo color naranja, que representa a toda la marca CMF y está presente en otros productos. El lanzamiento del CMF Watch Pro y el resto de dispositivos no ha sido confirmado para España; en los primeros mercados, costará 69 dólares.
Otro dispositivo disponible son los CMF Buds Pro, unos auriculares inalámbricos, algo apropiado teniendo en cuenta que ese también fue el primer producto de Nothing. De hecho, este producto se parece mucho, al menos en lo que respecta a las características técnicas. También tienen cancelación de ruido activa de hasta 45 dB y con una elevada frecuencia de 5000 Hz, uno de los puntos fuertes de los Nothing ear. El diseño cuenta con dos agujeros que reducen el ruido del viento, además de unos algoritmos que lo eliminan.
La tecnología de Nothing queda patente en el resto de funciones, como el modo transparente para escuchar sin quitarnos los auriculares, y las llamadas con tecnología de voz clara con seis micrófonos integrados. Sobre la calidad de sonido, CMF usa ‘drivers’ de neodimio, y la app de Nothing permitirá activar la tecnología “Ultra Bass” para mejorar los graves. Son compatibles con Google Fast Pair para emparejarlos con móviles Android, y usan Bluetooth 5.3. Durarán hasta 39 horas con el estuche de carga, y costarán 39 dólares.
Por último, CMF también ha presentado un cargador propio, algo que puede parecer extraño pero que indica que la marca se expandirá. Se trata de un diseño tres en uno, con dos puertos USB-C y un puerto USB-A, para un máximo de 65 W; por lo tanto, es compatible con la carga rápida GAN de muchos móviles, no sólo los Nothing. Presume de protección, eficiencia y disipación de calor. Costará 39 dólares.