Una frase sencilla puede contener mucha información sobre la persona que la enuncia en voz alta: desde su estado de ánimo hasta si padece enfermedades tan extendidas como el coronavirus o la diabetes. Cerca de un tercio de los millones de diabéticos de España no saben que lo son. En este país, la inteligencia artificial ya analiza la salud de 1.000 corazones por segundo, pero la capacidad de esta tecnología para estudiar rápidamente grandes volúmenes de datos la convierte en una herramienta poderosa para detectar problemas de salud en un estadio temprano. Incluso, la diabetes a través de una sutil variación de la voz.
No son pocos los proyectos que persiguen simplificar la vida de las personas diabéticas, inventando mecanismos sin pinchazos para medir la glucosa en sangre o desarrollando lentillas que previenen la ceguera que provoca esta enfermedad. También empresas como Apple trabajan desde hace tiempo en medidores de glucosa para sus relojes, porque el control diario de este problema de salud es vital para la mayoría de los pacientes.
Integrar el diagnóstico en el día a día a través de objetos cotidianos como el móvil puede ser clave para curar a los diabéticos de tipo 2, que son el 90% de los diagnosticados. Por ello, científicos de Klick Labs han creado una herramienta para reconocer con el móvil las variaciones de la voz que 'delatan' a los diabéticos. El invento consigue una tasa de acierto de entre el 86 y el 89%, similar a otros procesos de diagnóstico tradicionales.
Escuchar a los diabéticos
En España el número de diabéticos de tipo 2 crece cada año. En total, la Sociedad Española de Diabetes (SED) calcula que hasta 5,1 millones de españoles padecen diabetes de cualquier tipo; es decir, un 14,8% de la población. El sobrepeso y el sedentarismo que imperan actualmente en la sociedad son sus mejores aliados, siendo una enfermedad que aumenta el riesgo de padecer otras dolencias relacionadas con el corazón o el cerebro.
Si se adoptan hábitos de vida saludables la mayoría de casos de tipo 2 pueden remitir. El problema está en no saber que se es diabético y, por lo tanto, no disponer de un tratamiento temprano para evitar males mayores. Son muchos los síntomas que delatan en una fase temprana la diabetes en una persona, pero al dar la cara de forma progresiva, pasan más desapercibidos. De ahí la importancia de contar con herramientas capaces de realizar un diagnóstico sencillo desde el teléfono o el reloj inteligente para alertar a la persona y que acuda a un especialista, como ocurre ya con los problemas cardíacos que miden los smartwatch.
Algunos de los síntomas que pueden dar la voz de alarma si se conocen son el aumento de la sed y del hambre, las ganas de orinar de manera frecuente, pérdida de peso involuntaria, fatiga, visión borrosa, heridas que tardan en cerrarse por completo, contraer infecciones de manera frecuente, entumecimientos u hormigueos de manos o pies y aparición de zonas de la piel más oscurecidas, generalmente, en las axilas y el cuello.
Al margen de estas pequeñas alertas, más personas podrían tener un diagnóstico temprano a través de la vigilancia de sus teléfonos móviles. Una simple frase al grabar un audio o preguntándole por un restaurante cercano al asistente de voz puede ser suficiente en el futuro para que la tecnología le recomiende visitar a su médico. De forma similar una empresa española detecta el Alzheimer a través de la voz con el uso de la IA.
La voz como alerta
Científicos de la firma Klick Labs han realizado este estudio que involucra a 267 sujetos de prueba. De ellos, 75 personas fueron diagnosticadas con diabetes tipo 2, mientras los 192 restantes dieron negativo.
Cada participante del proyecto debía grabar una frase en voz alta con su teléfono y a través de una aplicación desarrollada por el equipo de investigación. Dependiendo de la velocidad de entonación de cada individuo, la grabación podía ser de entre seis y diez segundos. El proceso se repetía seis veces al día durante dos semanas con el objetivo de analizar las variaciones de la voz.
El resultado fueron 18.465 grabaciones en las que poder analizar hasta 14 características diferentes como el tono o la intensidad. Los investigadores pudieron demostrar así que varias de esas características vocales diferían de manera consistente entre las personas con y sin diabetes. El cambio en la voz es tan sutil que el oído humano no puede detectarlo, pero un software debidamente entrenado sí capta esas señales.
El siguiente paso fue desarrollar un programa basado en inteligencia artificial para analizar la voz de diferentes pacientes. Además, en el sistema se ingresan datos personales como la edad, el sexo, la altura y el peso de cada persona; la obesidad y la edad son factores muy relacionados con esta enfermedad.
Resultados prometedores
Probando con los voluntarios del estudio, el programa ha demostrado tener una precisión del 89% en la identificación de mujeres de tipo 2 y un 86% en la detección de esta patología en los hombres. Se trata de cifras altas que contrastan con las tradicionales pruebas de diagnóstico, el análisis de glucosa en sangre en ayunas (FBG) tiene una precisión del 85% para ambos sexos, según detalla la firma Klick Labsen en su artículo publicado por la Clínica Mayo.
Por el contrario, las pruebas de hemoglobina glicosilada (HbA1c) y tolerancia oral a la glucosa (OGTT) tienen una mayor precisión del 91% y 92%, respectivamente. Suelen ser las más fiables, pero con un mayor uso de esta tecnología, el sistema de IA debería mejorar su efectividad de diagnóstico y medirse con estas pruebas tradicionales.
Más importante que la precisión del sistema, es la facilidad y simplicidad del mismo para que cualquier persona lo tenga a su alcance en todo momento. El uso de terminales tan accesibles para vigilar la salud de las personas diabéticas no es nuevo. Por ejemplo, Google estudia desde hace varios años si las cámaras de los smartphones pueden detectar la diabetes con fotografías de los ojos.
Otras aplicaciones también usan la capacidad fotográfica del móvil para vigilar la aparición de melanomas en los lunares. Más complejos son otros sistemas en desarrollo, que proponen la combinación de teléfono con un pequeño dispositivos de análisis de sangre con el que hacerse test "caseros" para controlar el tratamiento y evolución de esta enfermedad.