El 2024 será un año importante para los usuarios del navegador Chrome, el año en el que tendrán que decidir si cambiar de navegador por culpa de dos polémicas decisiones de Google. Una aún no ha tomado efecto, el cambio en las extensiones que hará que muchas dejen de funcionar; pero la otra ya ha dado comienzo de manera limitada: el fin de las cookies.
Google lleva años anunciando este cambio, y también lleva años retrasándolo por las críticas, tanto de los anunciantes como de especialistas en privacidad y competidores como Mozilla Firefox. Finalmente, la hora ha llegado, y los primeros usuarios ya están navegando con Chrome sin cookies; aunque eso no significa que su actividad en la Web no esté siendo registrada.
Las cookies de terceros representan el mayor problema de privacidad de Internet. Son pequeños archivos con información sobre nuestra actividad en las páginas web que visitamos, y que pueden ser accedidos por terceros (es decir, servidores que no son los que hemos visitado); la mayoría de los anunciantes, incluida Google, usa esa información para diversos cometidos, especialmente para mostrar publicidad personalizada. Por ejemplo, si visitamos una página de motos, aparecerán anuncios de motos de segunda mano.
Las cookies de terceros han servido a Google para convertirse en el imperio que es; pero ahora quiere acabar con ellas, con un nuevo sistema llamado ‘Privacy Sandbox’ que usa varias tecnologías para proteger a los usuarios del rastreo, al mismo tiempo que facilita a los anunciantes mostrar anuncios personalizados. Google afirma que ha encontrado el punto medio entre privacidad e ingresos monetarios, aunque aún queden muchos escépticos.
El sistema usado inicialmente en Privacy Sandbox son los temas de anuncios. Cuando está activado, será el propio navegador el que registre nuestra navegación, creando una lista de temas en nuestro dispositivo; cuando una página quiere mostrar un anuncio, Chrome le indica en qué estamos interesados para mostrar publicidad personalizada. Google afirma que este sistema es más privado porque esta información se queda en nuestro móvil u ordenador y no se transmite, a diferencia de las cookies de terceros que no tienen ningún tipo de control. Sin embargo, el sistema ha recibido críticas de no ser 100% privado, y ya hay navegadores como Firefox y Safari que directamente acaban con este problema bloqueando todas las cookies de terceros. Además, hay una posible cuestión de monopolio, con el mayor anunciante de Internet de repente obligando a sus competidores a seguir sus reglas.
Sea como sea, Google está dispuesta a seguir adelante, y ya ha activado la nueva función en un 1% de las instalaciones de Chrome; eso no parece mucho, pero debido al enorme éxito de este navegador eso supone que aproximadamente 30 millones de personas ahora están navegando sin cookies en Chrome. En los próximos meses se sumarán el resto de los usuarios, si todo va bien.
Saber si formamos parte de este programa piloto es muy fácil: Chrome nos avisará con una ventana emergente cuando abrimos el navegador. Por el momento, nos permitirá denegar el cambio y continuar con las cookies tradicionales si lo preferimos. Además, si tenemos Privacy Sandbox activo, aparecerá un nuevo icono de un ojo en la barra de direcciones cuando naveguemos por Internet.
También podemos desactivar esta función completamente; para ello, tenemos que pulsar en el botón de los tres puntos y pulsar en “Configuración”. A continuación, pulsamos en “Privacidad y seguridad”, y en la sección “Privacidad en la publicidad”. Aquí podemos ver las diferentes funciones de ‘Privacy Sandbox’ y comprobar si están activadas, y desactivarlas si no las queremos.