No son una simple moda, los móviles plegables han llegado para quedarse. Después de unos inicios difíciles, ya hay varias marcas que apuestan por esta nueva tecnología para sus móviles más punteros, con nuevos formatos que aumentan las posibilidades. Sin embargo, todo eso se aplica sólo en las gamas más altas.
Y es que aún no existe un plegable ‘barato’ como tal; hemos visto algunos intentos de rebajar el precio de los plegables, pero ninguno que haya bajado a una cifra aceptable para el usuario medio. El Xiaomi MIX Fold 3 fue uno de los primeros que realmente consiguió un precio inferior al Galaxy Z Fold de Samsung, pero aparte de ese, sólo hemos visto algunas curiosidades como el plegable de Tecno que son más baratas.
Hay un buen motivo por el que no hay más oferta de móviles plegables baratos: las pantallas flexibles siguen siendo demasiado caras. Por mucho que un fabricante intente recortar en otros apartados para bajar el precio, la pantalla se sigue llevando buena parte del presupuesto. Por lo tanto, la única manera en la que los plegables serán más baratos, y por lo tanto, más populares, es bajando el precio de las pantallas; y Samsung puede haber conseguido justo eso.
Según informa The Elec, Samsung Display habría dado un enorme paso para reducir los costes de producción de las pantallas flexibles, con una nueva tecnología de inyección para los bordes, o biseles. Tradicionalmente, Samsung ha usado un método llamado Micro Dry Process Decoration (MDD) para crear los biseles de sus pantallas; el proceso implica usar una película con el borde ya creado, que se coloca entre el panel OLED y la capa de protección de la pantalla.
La nueva metodología desarrollada por Samsung Display, en cambio, permite primero recortar la película al tamaño deseado, y luego crear el borde con inyección de tinta; la gran ventaja es que se podrían crear más películas a partir de la misma cantidad de material, reduciendo el coste de este componente.
Los biseles de las pantallas no están ahí por fines decorativos, sino para ocultar los elementos internos del panel, que si no, estarían a la vista; de ahí que sea un gran logro técnico cada vez que un fabricante consigue reducir el tamaño de los bordes de las pantallas.
La película que tiene el bisel se añade a la pantalla justo después de que el panel OLED sea encapsulado para protegerlo del agua y el oxígeno del aire, y a continuación se superpone una fina capa de cristal laminado, completando la pantalla. Por lo tanto, aunque la película no es un componente vital, este cambio podría traer una rebaja en los costes de producción a largo plazo, que con suerte debería traducirse en móviles más baratos.